Así trabajan los investigadores para resolver el caso de la violación grupal de Valencia
Los agentes intentan averiguar si los implicados grabaron la agresión ya que la víctima recuerda haber visto el flash de una cámara.
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Agentes del grupo de agresiones sexuales de la unidad de atención a la familia y la mujer (UFAM) de la Policía Nacional ya han comenzado a hacer rastreos en redes sociales en busca de posibles imágenes de la violación grupal a una chica de 18 años junto a una discoteca del valenciano barrio de la Malva-rosa.
Los implicados en dicha agresión serían de tres a cinco jóvenes. No es seguro de que dicha agresión fuera grabada pero la víctima ha relatado que recuerda haber visto luces, que podían provenir del flash de un móvil, durante la violación. A esta información ha tenido acceso el portal Caso Abierto, del grupo Prensa Ibérica.
Por el momento lo que ha trascendido es que no se ha hallado rastro de dicho material por internet pero esto no quiere decir que no exista, solamente indica que no habrían difundido por ahora ni vídeos ni fotografías de dicha agresión.
Por esa razón es fundamental que los investigadores consigan identificar a los sospechosos e intervenir sus teléfonos móviles, para que la jueza de Instrucción número 11 de València, que lleva el caso al estar de guardia en el momento en que se conocieron los hechos, pueda autorizar el volcado y análisis del contenido de esos terminales.
Aunque estas imágenes o vídeos se hubieran eliminado, los archivos son recuperables con el software policial y la ubicación ya registrada permanece en los servidores de las compañías, así que en ambos casos la anulación no hace desaparecer el rastro electrónico de dicho material.
Así mismo, accederán al geoposicionamiento de los sospechosos en la franja horaria en la que se cometió el delito, uno de los indicios más sólidos para situarlos en el entorno del descampado donde se produjeron los hechos, y que se encuentra al lado de la discoteca de donde procedían tanto la chica como sus presuntos agresores y enfrente del cuartel de la Guardia Civil de la Malva-rosa.
En qué fase está la investigación
En este momento los agentes de la brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional ya han comenzado a tomar declaración tanto a la víctima, como a su amiga, que había salido junto a ella esa noche, y a varios testigos parciales de los hechos, como el vigilante de seguridad a quien le pidió el móvil para llamar a su amiga o dos agentes destinados en ese cuartel.
Además, analizarán las grabaciones de las cámaras de seguridad tanto del interior y del exterior de la discoteca, como las del acuartelamiento de la Guardia Civil, ya que la agresión tuvo lugar en sus inmediaciones.
De esta forma van a tratar de indentificar el coche en el que se habrían producido los hechos. Esto posibilitaría dar con el dueño del vehículo y, por consiguiente, con el resto de jóvenes que participaron en manada en la agresión (aunque no se sabe cuál fue el nivel de implicación de cada uno de ellos porque la víctima no estaba consciente).
Algunos testigos apuntaron a que vieron a los jóvenes con globos en la mano, posiblemente drogándose con la sustancia conocida como el gas de la risa. Aunque la chica ha reconocido que consumió alcohol y estupefacientes de manera voluntaria y consciente, ninguna de estas sustancias podían dejarla en el estado de adormilamiento en el que estaba. Por ello se investiga si ingirió algo más.
El Ministerio del Interior no diferencia en su recogida de datos estadísticos las violaciones grupales de las individuales, pero sí queda demostrado que todas ellas han sufrido un aumento en los últimos años.
Tan es así que se ha duplicado el número de agresiones sexuales denunciadas en la C. Valenciana comparando cifras actuales con las de antes de la pandemia.
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