La historia de Laia, muerta a los 2 años por más de 100 lesiones provocadas por su madre y su pareja
La madre de la niña y su pareja se enfrentan a la prisión permanente revisable tras los hechos.
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Vanesa Muñoz y su pareja, Cristian Lastanao, tenían una vida aparentemente normal, o al menos eso era lo que transmitían en sus redes sociales. Ella tenía dos niñas y dos niños y, según compartía, los amaba. Pero la realidad era otra.
Cuando una de sus hijas, Laia, alcanzó los dos años murió como consecuencia de varios golpes. La autopsia determinó que la pequeña tenía 73 lesiones recientes y 28 más antiguas. Los servicios sociales ya estaban entonces detrás de esta pareja.
La investigación del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón concluyó que el 21 de enero, Laia presentaba fiebre, diarrea y cansancio general. Se quejaba de que le dolía la tripa y no quería comer.
Eran los síntomas de la peritonitis que sufría como consecuencia del centenar de lesiones que presentaba en su cuerpo. En un momento de ese día la pequeña se desvaneció y para espabilarla su madre y la pareja decidieron bañarla en agua fría, pero nunca más volvió a reaccionar.
Con Laia en brazos, los encausados bajaron al portal y pidieron ayuda a unos vecinos que, tal y como declararon a los agentes, ya vieron marcas extrañas en el cuerpo de la niña.
Además del centenar de lesiones que presentaba el pequeño cuerpo de Laia, la autopsia reveló que "existió consumo de cocaína durante los seis meses anteriores, también cannabis, así como trazas de un antidepresivo y de un hipnótico". Todos estos datos se conocieron a posteriori gracias al informe forense y al estudio de los teléfonos móviles de la pareja.
Según pudieron ver los investigadores a través de fotos que la pareja se había estado mandando, a la pequeña la castigaban obligándola a comer guindillas y salsa picante. También la encerraban en el armario o la colgaban de un gancho que había en la pared.
Además, Cristian llegó a declarar cómo la maltrataba tirándola al suelo o metiéndole su ropa interior en la boca. Vanesa Muñoz, por su parte,reconoció ser consciente de lo que hacía Cristian. Sin embargo señaló que no lo pudo evitar y que no prestaba atención a lo que le pedían los servicios sociales porque tenía miedo, según dijo, de perder a sus hijos.
En 2020 los Equipos de Atención a la Infancia de Cataluña concluyeron que los menores se encontraban en una situación de riesgo grave para su integridad física y emocional. Pese a ello, la madre siguió viéndoles y en un régimen de visitas no los devolvió y se trasladó a Zaragoza. En el momento de la muerte de Laia el Gobierno de Aragón tenía abierto un expediente.
Ahora, esta joven y su novio afrontan una pena de prisión permanente revisable por los hechos ocurridos en enero de 2021.
Esta petición de condena la secundan la Fiscalía, la Generalitat de Cataluña como tutora de la hermana mayor de la fallecida y el abogado del padre biológico de Laia. El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Zaragoza con jurado popular.
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