La historia de Kathleen Folbigg, la australiana liberada gracias a una española

Carola García de Vinuesa estaba investigando una mutación genética cuando dio con el caso de una madre australiana condenada por acabar, supuestamente, con la vida de sus hijos.

Todo lo que se sabe sobre el último asesinato machista ocurrido en Pontevedra

Imagen de Kathleen Folbigg con uno de sus hijos
Imagen de Kathleen Folbigg con uno de sus hijos / EFE
Carmen P. Acal

05 de junio 2023 - 19:10

Kathleen Folbigg fue condenada a 25 años de prisión en el año 2003 por haber asesinado, según decía la sentencia, a sus cuatro hijos. Por aquel entonces Folbigg tenía 35 años y a pesar de que trató de defender su inocencia nadie la creyó. Fue apodada como “la peor asesina en serie de Australia”.

Los hijos de Folbigg, que habían ido muriendo de manera paulatina, hicieron saltar las alarmas en los 2000 sobre la posible intervención de su madre en los sucesos. Sin embargo, el juicio por la causa se centró, especialmente, en evidencias poco fiables y circunstanciales como podían ser las notas que ella escribía para desahogarse, hablando de las dificultades de la maternidad.

Por este motivo desde que Folbigg ingresó en prisión sus abogados han intentado que la investigación continuara abierta, ya que no había evidencias científicas de que ella hubiera acabado con la vida de sus cuatro hijos. A pesar de que ya en 2019 la Fiscalía reconoció de que había dudas razonables sobre la culpabilidad de esta mujer, no ha sido hasta 2023 cuando Jathleen ha sido indultada por unos hechos que nunca cometió.

Esto ha sido posible gracias a Carola García de Vinuesa, una investigadora que se encontraba estudiando algunas de las mutaciones genéticas que estarían presentes en los hijos de Folbigg.

Así, el grupo de inmunólogos de esta investigadora halló que las hijas de la mujer, Sarah y Laura, compartían una mutación genética llamada CALM2 G114R, que puede causar muerte cardíaca repentina. Ademásse descubrieron pruebas de que sus hijos, Caleb y Patrick, poseían una mutación genética diferente, relacionada con una epilepsia de inicio repentino en ratones y que podría haber sido la causa de sus muertes.

La profesora Carola Vinuesa, quien lideró el equipo de investigación de la Universidad Nacional Australiana, dijo que la inusual secuencia genética fue inmediatamente evidente en el ADN de Folbigg, incluso antes de que se analizaran las muestras de los niños.

Según esta profesora, solo hay 134 casos conocidos en todo el mundo de la enfermedad cardíaca potencialmente mortal relacionada con esta mutación genética.

Vinuesa describió la decisión de indultar a Folbigg como un "momento hermoso" que podría ofrecer esperanza a otras mujeres en situaciones similares.

"Nos han contactado sobre mujeres que han perdido hijos, o que han sido acusadas de causar daño, y los casos parecen ser también niños con condiciones genéticas graves", dijo.

La Academia Australiana de Ciencias dice que el caso muestra la necesidad de una reforma que haga que el sistema legal sea más "sensible a la ciencia".

Unos 150 científicos expertos firmaron en marzo de 2021 un documento en el que solicitaban a la gobernadora de Nueva Gales del Sur el perdón y la inmediata liberación de esta mujer de 55 años por considerar que existen evidencias sólidas que demuestran su inocencia.

La primera revisión judicial, que tuvo lugar en 2018, no prosperó, pero los familiares y amigos de Kathleen Folbigg confiaban esta vez en un desenlace favorable al existir nuevos y reveladores informes científicos y al haber tenido la Academia de la Ciencia de Australia representación legal en todo el proceso para recomendar expertos y valorar el alcance de la evidencia médica.

Ahora Kathleen Folbigg ha sido puesta en libertad tras 20 años de condena por unos hechos con los que ella no tuvo nada que ver.

stats