La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
La Guardia Civil ha hallado un arma simulada durante la inspección ocular de la vivienda de la localidad madrileña de Morata de Tajuña en la que este jueves tenía lugar el hallazgo de los cadáveres de tres hermanos de entre 68 y 72 años (dos mujeres y un hombre).
Estaba previsto que, a lo largo del día de ayer, viernes 18 de enero, los médicos forenses realizaran las autopsias de los cuerpos que ya se encuentran en el Instituto de Medicina Legal, para tratar de esclarecer las causas de su fallecimiento.
Según ha informado la Comandancia de Madrid del instituto armado, los agentes de Policía Científica han realizado esta mañana la inspección técnico-ocular de la vivienda, buscando indicios que permitan avanzar en la investigación. Entre sus hallazgos destaca una pistola de fogueo, cuyo origen se está investigando. Por el momento se está descartando que los tres se hayan agredido entre ellos y se hubieran suicidado.
Los cuerpos de los tres fallecidos, Pepe, Amelia y Ángeles, fueron encontrados quemados, apilados y con restos de sangre sobre las 11.30 horas de ayer por los efectivos de Policía Judicial de Arganda del Rey de la Guardia Civil, han informado a EFE fuentes próximas a la investigación.
Los agentes de Homicidios del instituto armado, que han asumido la investigación, manejan, entre otras hipótesis, la de un posible ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído estos familiares con algunos conocidos, según subrayaron las fuentes consultadas.
Los cuerpos fueron hallados en un chalé en Mortal de Tajuña cuando hacía cerca de un mes que nadie en el pueblo tenía noticias de los hermanos y después de que los vecinos de las casas colindantes denunciasen insistentemente el hedor que salía de la vivienda, puesto que los cuerpos ya se encontraban en estado de descomposición.
Según el relato de los vecinos, las dos hermanas estaban siendo víctimas de una estafa amorosa, ya que desde hacía años pasaban de forma periódica dinero a dos supuestos militares estadounidenses con quienes mantenían una relación sentimental a través de Facebook.
Uno de ellos, quien decía llamarse Edward y estar destinado en Afganistán, les comentó que el segundo había fallecido y que necesitaba que las hermanas le ayudasen económicamente para sufragar los gastos previos a cobrar una millonaria herencia, que compartiría con ellas.
Así, cada mes invirtieron buena parte de su pensión hasta quedar arruinadas, tras lo que empezaron a pedir dinero a sus vecinos y allegados. Solicitaban sumas de hasta 18.000 euros y prometían devolver el doble una vez cobrada la herencia de un familiar suyo fallecido en Estados Unidos, un argumentario similar al de sus supuestos estafadores.
Con esta secuencia repitiéndose durante los últimos meses, tal y como investiga la Guardia Civil, cobra fuerza la hipótesis de que los hermanos contrajesen unas deudas que les llevasen a la muerte.
Vecinos y allegados han referido que, pese a que no les consta que ninguno de ellos accediese a las peticiones económicas de las víctimas, durante los meses de verano alquilaron una habitación de su vivienda a un hombre al que acabaron debiendo cerca de 60.000 euros, quien en un momento dado agredió a una de las hermanas con un martillo.
La causa ha recaído sobre el Juzgado de Instrucción de Arganda del Rey y se encuentra bajo secreto de sumario. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial y esta mañana se ha celebrado un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
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