La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
El pasado 30 de noviembre Antonio y su mujer, María José, fueron vistos por última vez en Granada. Era un matrimonio bastante acomodado que residía en la capital y que tenía tierras con varias hectáreas repletas de almendros. Los padres de Antonio, también bastante adinerados y conocidos como Los Burgos, habían fallecido hacía varios años y su herencia la repartieron de forma equitativa entre los cincos hijos que tuvieron.
A Antonio le quedó un cortijo situado en la localidad granadina de Orce, de menos de 1.200 habitantes, en el que la pareja acostumbraba a pasar los fines de semana. En realidad Antonio había nacido en ese pequeño pueblo pero se había trasladado a la ciudad en su etapa adulta y había dejado la casa de campo para sus estancias vacacionales.
Cuando los padres de Antonio murieron, uno de los hermanos de Antonio, Javier, trabajaba como taxista en la capital, pero decidió vender su licencia y mudarse a Canarias para poner en marcha un negocio propio que no funcionó. Javier también había recibido su parte de la herencia pero nunca estuvo conforme con el reparto que había delimitado sus padres. Por eso volvió a Granada y se instaló, de forma ilegal, en el cortijo que había heredado su hermano Antonio.
Y fue allí mismo donde después tramaría el plan de matar Antonio y a María Jesús para posteriormente quitarse la vida.
La desaparición del matrimonio fue denunciada por el cuñado de María Jesús el día 2 de diciembre ante la preocupación de la hermana de la víctima. Cuando registraron la desaparición, el cuñado señaló a la Policía la existencia de su cortijo en Orce. A pesar de que difundieron carteles por varias localidades granadinas con la foto del matrimonio, el día 3 de diciembre los agentes encontraban el cuerpo sin vida de ambos en dicho cortijo y de una tercera persona: Javier.
Según la reconstrucción de los hechos, Javier habría aparcado su coche lejos de la casa para que ni Antonio ni María Jesús pudieran verlo. Cuando estos estacionaron su vehículo, Javier los encañonó con una escopeta, primero a Antonio, a quien disparó en el abdomen y en la cabeza cuando intentaba salir del coche. Después haría lo mismo con María Jesús, que aun se encontraba dentro del automóvil. A varios metros del lugar del crimen Javier aprovecharía para quitarse la vida con el mismo arma. La escopeta que utilizó la encontró la Policía junto a él.
En el pueblo, situado a 150 kilómetros de la capital y caracterizado por ser muy tranquilo, están consternados por lo ocurrido y se han declarado dos días de luto. El alcalde de Orce, José Ramón Martínez, ha asegurado que llevan “dos días verdaderamente impactados y conmocionados” en declaraciones hechas al programa Ya es mediodía, de Telecinco.
Los vecinos cuentan que se trataba de un matrimonuio muy amable y educado. Aunque desde un primer momento se valoró que el móvil del crimen era económico la investigación continúa abierta por si se pudiera esclarecer algo más sobre lo sucedido.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios