La explicación de García Montes sobre por qué Daniel Sancho no encontraba abogado en Tailandia

A esperas de la celebración del juicio por el crimen de Edwin Arrieta cometido en Tailandia con la implicación de Daniel Sancho, que tendrá lugar el próximo abril, el presunto asesino sigue manteniendo que no planeó acabar con Arrieta.

Su abogado en España, Marcos García Montes, ha explicado en el programa Vamos a Ver que ellos examinaron “todas las pruebas del fiscal y está claro que no hay premeditación, solo un homicidio imprudente que sería condenado con ocho o diez años según el código penal de Tailandia. Creemos firmemente que hay partido, creemos en este tribunal y que la justicia nos lleva a una homicidio imprudente o a una relación causal de este accidente".

En lo relativo a la demora que ha protagonizado la búsqueda de un abogado tailandés, García Montes lo ha justificado diciendo que "cuando se inicia este procedimiento me llama Rodolfo y se me dice si podemos formar un equipo jurídico, que se hace en todos los casos y es el equipo de confianza entre abogado y cliente. Entonces, el quipo jurídico que se formó era exclusivamente para coordinar la defensa a petición del cliente y coordinar las pruebas de Tailandia y España. Apareció esto y trascendió a la prensa del corazón, por eso preferí callarme", señala.

Por otro lado, asegura que "el día 21 de agosto, la policía, que continuamente ha estado filtrando secretos, filtra que ha habido una pelea y es cuando digo que se acabó la premeditación”.

García Montes comenta que en el transcurso de estas filtraciones apareció ‘Big Joke’, que también hizo comentarios sobre el caso. “El primer abogado que tuvimos nos ocultó por ejemplo que tenía copias del procedimiento y no aconsejó nada bien a Daniel. El segundo, ni habló con nuestro cliente y salió de la primera reunión diciendo que iba a por la cadena perpetua”, ha comentado el letrado.

Según las palabras de los abogados que rechazaron ejercer la defensa de Daniel Sancho, la estrategia que el chef español quería llevar a cabo era inverosímil dada las pruebas que lo señalaban como asesino de Edwin Arrieta.

Tanto la Fiscalía como la Policía coinciden, según dichas pruebas, en que Sancho planeó acabar con el cirujano colombiano para luego tratar de deshacerse de su cadáver.