¿Qué son los puntos violeta y para qué sirven?

Los puntos violeta instalados por las calles de Pamplona como consecuencia de la fiesta de los Sanfermines están sirviendo para que muchas mujeres a las que hayan acosado y agredido sexualmente puedan acudir a denunciar los hechos y recibir acompañamiento.

En solo cinco días se han registrado ya al menos 16 agresiones sexuales y se han detenido a 13 personas. La mayoría de ellas serían tocamientos sin el consentimiento de la víctima y uno de los casos está siendo investigado como una violación que habría tenido lugar en una vivienda de la capital.

Los puntos violeta

Los puntos violeta son lugares de información que hay en algunos establecimientos comerciales, gasolineras, bares e incluso ferias y festivales y que sirven para acompañar a mujeres en caso de que hayan sufrido algún tipo de agresión sexual.

Los puntos violeta están instalados para que estas mujeres tengan un lugar seguro al que acudir si alguien la agrede sexualmente, lo que va desde realizar un tocamiento sin consentimiento hasta el acoso o la propia violación. Es decir, si sufren cualquier tipo de acto sexual que ellas no hayan consentido.

Estos espacios también tienen una función preventiva y disuasoria ya que mandan el mensaje a la sociedad de que en ese entorno se condenan este tipo de conductas y que, de esa forma, nadie que agreda a una mujer en estos términos va a quedar en la impunidad. En estos puntos hay mujeres con formación que siempre van a asesorar y proteger a la víctima y que van a activar los protocolos que consideren pertinentes según lo sucedido.

Desde la agresión sexual grupal del año 2007 de la conocida “Manada de los San Fermines” a una joven en un portal de Pamplona, este tipo de recursos se han ido instalando por diferentes lugares del territorio nacional. Uno de ellos está ubicado en Pamplona durante dichas fiestas y este año ha registrado ya 16 agresiones sexuales de las cuales 13 presuntos autores ya han sido localizados y detenidos.

En los puntos violeta además de mujeres con formación también se van a encontrar carteles con un código QR que funciona para orientar a las posibles víctimas sobre lo que tienen que hacer en caso de haber sido agredidas.

El origen

Esta iniciativa tiene su origen en un grupo de vecinas que se auto organizaron en diferentes ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao o Pamplona con la ayuda de asociaciones feministas para tratar de frenar el acoso que las mujeres sufren en espacios de ocio.

En 2014 se comenzaron a redactar guías y protocolos de actuación, y grupos de mujeres comenzaron a salir con brazaletes morados y desplegar puestos improvisados en verbenas, fiestas y festivales para defender los barrios libres de violencia de género.

Pamplona, en la fiesta de los Sanfermines de 2015, fue el primer ayuntamiento que montó una caseta para dar información sobre agresiones sexuales. Desde entonces le han seguido otras ciudades y pueblos de toda la geografía española y son necesarios para que las mujeres nunca se sientan solas si sufren una agresión de este tipo.