"Quiero cárcel, no dinero": habla la abogada de la víctima del caso Alves

Ester García, abogada de la víctima de la presunta violación llevada a cabo por el futbolista Daniel Alves, ha concedido una entrevista al medio brasileño UOL en el que ha detallado cuál es la situación en la que se encuentra su clienta y en qué estadio ésta la investigación.

García es jurista especializada en llevar casos de violencia de género y violencias sexuales y no es una abogada mediática, por lo que este caso se sale de lo habitual para ella.

Durante la entrevista ha explicado que lo primero que su clienta le dijo era que no quería recibir ningún tipo de dinero por parte de la defensa ni llegar a un acuerdo, que lo que quería era que Daniel Alves estuviera entre rejas. Y eso es lo que ahora Ester García va a tratar de pelear.

Le comentó a la jurista que su situación económica era cómoda y que por eso quería llegar hasta el final con esta denuncia.

Sin embargo, y tal y como ha expuesto García, la chica tiene miedo de ser identificada por algún medio o de no aguantar la presión, dado que tras los hechos está teniendo problemas para dormir y de ansiedad.

Cuando la joven acudió al hospital justo después de que se produjera la presunta agresión y le hicieron el examen médico que confirmaba que había sido forzada, de forma automática le pusieron un tratamiento para las posibles enfermedades de transmisión sexual, ya que se sospecha que Alves no utilizó protección. También está medicándose para poder dormir.

Además ha entrado en un programa de atención y acompañamiento psicológico para este tipo de víctimas y tiene a su disposición un teléfono operativo las 24 horas del día por si siente algún tipo de angustia y necesita ayuda.

Ester ha explicado que "es un caso con más pruebas de las habituales y no es porque el acusado sea un personaje público. Hay más indicios porque las cosas se hicieron de inmediato".

En este sentido ha resaltado la rápida actuación de los vigilantes de seguridad del local así como de su dueño y de los Mossos, que en ningún momento pusieron en duda sus palabras.

En este tipo de casos según la abogada "hay muchas veces que las mujeres tardan 15 días, uno, dos meses en denunciar. Con eso desaparecen muchas pruebas”.

Para la abogada ha sido clave la actuación tanto de la UCAS (Unidad Contra las Agresiones Sexuales) como de la jueza encargada del caso. Además ha destacado que este caso será importante en el campo de las agresiones sexuales en España. "Independientemente de cómo acabe, para mí ya es un caso ejemplar por cómo ha sucedido".

La abogada ha remarcado que "hay algunas figuras públicas que creen que están por encima del bien y del mal, que piensan que nunca le creerían a una chica como mi cliente" y espera que lo que ha pasado cambie esta tendencia.

La noche en que tuvo lugar la agresión, del 30 al 31 de diciembre, la víctima no había bebido alcohol por lo que recordaba todo con mayor claridad y por eso pudo dar una versión contundente. Ester García ha remarcado que muchas mujeres sufren estrés postraumático y olvidan detalles de los que después se acuerdan. Ese no ha sido el caso de su clienta.

También ha destacado que “por suerte salió de la discoteca en ambulancia y fue directa a la Unidad Central de Agresiones Sexuales. Entonces, a diferencia de la mayoría de las víctimas de violencia sexual, quienes, por el trauma, lavan su ropa interior, ella no tuvo tiempo de pensar en eso. Rápidamente fue atendida, quedando ahí las evidencias”.

Respecto al cambio de abogado en la defensa de Dani Alves, ha querido manifestar que le “comentaron que él hace muchos tratos”, pero ha confirmado que ella iba a defender los derechos e intereses de la joven a la que representa. “Si ella no quiere un trato, no hay trato”.

Cristobal Martell, conocido por defender a algunos personajes públicos, está elaborando, junto a sus socios un recurso que le permita que a Alves se le conceda la libertad provisional, con medidas, hasta que se celebre el juicio. Es posible que a medida que se acerca la fecha de la vista siga intentando pactar algún acuerdo con la víctima.