El aumento de las bandas latinas en España tras la estela de los Latin King

La Policía Nacional investiga el disparo a un chico de 21 años de origen marroquí en el distrito madrileño de Villaverde.

Estos son los cinco asesinatos entre bandas que han asolado Madrid durante 2022

Localizan los cuerpos de los ocupantes del ultraligero accidentado en Valladolid

Policías locales en sus horas de servicio. / M. G.
Carmen P. Acal

19 de diciembre 2022 - 13:58

En torno a las 20:00 del 18 de diciembre un joven de 21 años que paseaba junto a tres amigos recibía un disparo en el abdomen que lo dejaba gravemente herido. Los cuatro se encontraban en el distrito madrileño de Villaverde cuando alguien comenzó a dispararles desde lejos. El joven fue trasladado con urgencia al Hospital 12 de octubre donde lograron estabilizarlo. Fue en esta misma zona de Madrid donde hace dos semanas, a mediados de noviembre, un menor era asesinado tras recibir dos tiros cuando se encontraba con sus amigos en un parque.

Ambos hechos se están investigando por su posible vinculación con las bandas latinas, cuya criminalidad ha aumentado en los últimos meses.

El resurgimiento de las bandas

Entre los años 2007 y 2015 la existencia, así como la actividad de las bandas latinas en Madrid y en ciudades colindantes como Guadalajara o Toledo, fue a menos. Se había producido en este periodo temporal una desarticulación por la Brigada Provincial de la Policía Nacional de una de las bandas más famosas de comienzo de los 2000 en la capital: los Latin King.

Sin embargo, en torno a 2016 comenzaron a surgir nuevos grupos como los Dominican Don’t Play o los Trinitarios en los que, a su vez, había numerosos subgrupos repletos de jóvenes, muchos de ellos menores, que luchaban por proteger un territorio que años antes había pertenecido a los Latin King.

Si bien es cierto que la tendencia había cambiado, puesto que eran muchas bandas pero menos numerosas, su modus operandi es más violento y la preocupación en Madrid aumentaba a la par que lo hacía el número de delitos cometidos por miembros de estas bandas.

Se produjo un pequeño punto de inflexión con la declaración del Estado de alarma, pero tras el levantamiento de las restricciones la tendencia de los delitos de este tipo siguió en alza. Tan es así que a partir del año 2019 se empezó a implantar un protocolo de identificación y actuación, llevado a cabo por la Fiscalía de Madrid en su Sección de delitos de odio y discriminación.

Los datos recogidos

Tal y como reza en la Memoria Fiscal de la Comunidad de Madrid del 2021, “existe una enorme dificultad a la hora de abordar el análisis de la problemática”, ya que con este tipo de delincuencia existe también una “importante cifra negra de delitos que no se denuncian, debido a las características de actuación secreta y violenta de estas bandas y también al miedo y temor de las víctimas a sufrir represalias si formulan denuncias.

Otro dato a tener en cuenta es que en el momento en el que se forma parte de una banda es muy difícil abandonarla y, menos aun, cambiarse a otra. Esto puede provocar incluso el asesinato de quien quiera hacerlo.

Sucede lo mismo cuando alguien que no pertenece a una banda empieza a simpatizar con algunos de sus miembros o con su simbología, algo que por ejemplo se está investigando con el último asesinato que tuvo lugar a mediados de noviembre de 2022 en el mismo distrito de Villaverde, cuando mataron a tiros a William, un menor que en teoría no pertenecía a ningún grupo pero que estaba marcado por alguien.

El sentimiento de pertenencia

En una entrevista realizada a El Periódico de España, el experto en grupos urbanos, Joan Caballero, asegura que uno de los problemas de estos jóvenes es que “la sociedad no se ha preocupado por acogerlos en comunidad”, a pesar de que son españoles por haber nacido en territorio nacional. Sin embargo existe aun hoy un fuerte estigma respecto a sus orígenes ya que sus padres o abuelos sí son migrantes.

Muchos de ellos viven en zonas con pocos recursos económicos, con barreras arquitectónicas como carreteras o vías de tren, que facilita la creación de guetos. Y con ese estigma, es en este tipo de bandas donde estos chicos y chicas acaban encontrando un sentimiento de pertenencia. "Sienten que es su segunda familia", afirma Caballero en la entrevista.

Actualmente en la comunidad de Madrid hay activado un plan antibandas que se ha saldado con la detención de 1.400 personas y la incautación de más de 600 armas.

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