La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Continúa la investigación por la violación que tuvo lugar la semana pasada en Valencia cuando un grupo de chicos agredió sexualmente y en manada a una joven de 18 años que había salido de fiesta con una amiga.
Las primeras pesquisas dieron como fruto el arresto de tres implicados pero unos días después la Guardia Civil sigue indagando en lo sucedido porque, parece ser que habría más personas relacionadas con la violación y cuyas detenciones se van a efectuar de forma inminente.
La víctima había salido de fiesta con una amiga la noche del 28 de octubre a una conocida discoteca de la Malva-rosa, en Valencia.
En el interior del local conoció a un chico que la invitó a salir fuera del recinto, a un descampado cercano en el que había algunos coches aparcados. Aunque ella estaba allí por voluntad propia lo que no sabía es que cerca de ellos se encontraban los amigos del chico, escondidos, que la asaltaron y la agredieron sexualmente, en manada.
Puesto que es posible que la sometieran químicamente mediante la droga conocida como ‘el gas de la risa’ la joven no logra recordar el número exacto de agresores pero sí se acuerda de que en ningún momento consintió las relaciones sexuales. También tiene un vago recuerdo de ver luz, como de un flash, durante la violación por lo que los agentes no descartan que los agresores la hayan grabado.
Las primeras investigaciones llevaron hasta tres de los implicados, todos de 23 años y con antecedentes penales por agresiones sexuales y malos tratos. No osbtante las diligencias han continuado abiertas desde entonces y según fuentes de la Policía podrían haber dado con un cuarto agresor. Se trata, en este caso, de un menor de edad, de 17 años, cuya detención tendrá lugar en las próximas horas.
Los tres detenidos, dos de ellos en libertad provisional y uno en prisión preventiva, se han negado a que se les tomaran muestras de ADN. Además, dos de los implicados también se opusieron a entregar sus teléfonos móviles.
La violación grupal que tuvo lugar en aquel descampado no fue un hecho fortuito. Los agresores la tenían perfectamente planificada. Justo enfrente de donde ocurrieron los hechos se encuentra el cuartel de la Guardia Civil y una de sus cámaras pudo grabar toda la secuencia.
En ella se ve cómo dos de los presuntos agresores salieron antes de la discoteca y se escondían tras una autocaravana, a la espera de que apareciera su amigo con la chica. Junto a ellos se ubicaba, aparcado, el coche de alta gama de uno de los presuntos agresores.
Tras la violación apareció un chico que ofreció a la joven su teléfono móvil para que pudiera llamar a la amiga. Ahora se ha descubierto, según han expresado en ‘Vamos a Ver’, que este joven también habría participado en la agresión sexual.
De hecho fue gracias a que le dejó su móvil que la Policía pudo dar con él gracias a la llamada que ella había realizado desde su terminal. Los investigadores inicialmente creyeron que era uno de los testigos pero luego pudieron comprobar gracias a las cámaras que también estaba implicado en los hechos.
Por el momento los investigadores están analizando tanto la ropa de la víctima en busca de restos biológicos como unos globos desinflados que había en el lugar de los hechos y que podrían contener el gas de la risa. Algunos testigos apuntaron que vieron a un grupo de chicos con la víctima consumiendo esta sustancia. Esta droga puede producir somnolencia y mezclada con otras sustancias un aturdimiento y pérdida de la voluntad.
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