Desaparición de los temporeros de Jaén: se siguen buscando sus cuerpos en pozos
Las dos desapariciones se dieron en diferentes años pero de forma idéntica.
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La búsqueda de los dos temporeros que desaparecieron en Jaén, en la localidad de Villacarrillo, continúa activa. En esta ocasión, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han registrado dos nuevos pozos en la operación de búsqueda del último inmigrante, Ibrahim Diouf, que desapareció en enero de 2021, tras tener una discusión con el patrón.
Desde el grupo de agentes de la Guardia Civil han informado que la investigación no ha cesado en ningún momento, aunque hasta ahora no hay resultados ni ninguna prueba sobre la desaparición de Ibrahim.
Según ha informado este miércoles el coronel jefe de la Comandancia de Jaén, Francisco Lozano, los agentes de la UCO se desplazaron desde Madrid hasta Villacarrillo para proseguir con la investigación del caso.
Dos desaparecidos en circunstancias similares
El primero de los jornaleros en desaparecer fue Tidiany Coulibaly, en diciembre de 2013. Tenía 22 años y era de Mali. Antes de que se le perdiera la pista el chico decidió autodespedirse por las pésimas condiciones laborales en las que trabajaba.
Cuando se denunciaron los hechos se hizo un registro de las fincas de Ginés V., el empresario y dueño de las tierras en las que Tidiany era temporero. En ellas encontraron las orejeras del muchacho, pero nada más.
En 2016 el patrón fue condenado por la Audiencia Provincial a dos años y medio de cárcel, así como al pago de multas de hasta 11.400 euros por explotación laboral y fraude, además de un delito contra la Administración de Justicia. Sin embargo, por la desaparición de Tidiany quedó absuelto porque no había suficientes pruebas contra él.
El 5 de enero de 2021, Ibrahima Diouf, otro temporero senegalés de 31 años que también trabajaba para Ginés V. decidió marcharse por el mismo motivo que Tidiany. Ibrahima tuvo una fuerte discusión con el empresario y decidió hacer las maletas. Iba a pedirle que le pagase lo que le debía para poderse marchar a otra explotación en un pueblo de Huelva, pero nunca llegó. Ni siquiera cogió el autobús que lo llevaría hasta su nueva residencia.
Los agentes de la Guardia Civil no han dejado de buscarlo desde entonces. Ya en noviembre emplearon varias retroexcavadoras para remover los terrenos de las diferentes fincas del patrón en busca de pistas sobre su paradero. Tanto entonces como ahora no han encontrado nada concluyente.
Sin embargo los investigadores siguen en su empeño de registrar las fincas ya que las dos desapariciones son idénticas y hay indicios de que han sido forzosas y de que puede estar detrás de ellas la misma persona.
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