La misteriosa desaparición de Natalia Hernández en el aeropuerto de La Palma
La chica de 34 años viajaba en avión desde Madrid para trabajar en la isla pero nunca recogió su maleta ni se la vio salir del aeropuerto
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El 24 de octubre Natalia Hernández, de 34 años, cogió un avión desde Madrid a La Palma para trabajar durante un tiempo en el Hotel Fuencaliente, de la isla. Era una chica que solía moverse con frecuencia de lugar de residencia y que trabajaba por temporadas. El último sitio en el que había vivido era en un camping de Madrid junto a más personas.
Estaba pasando por un momento personal difícil desde hacía unos meses por una ruptura por lo que se encontraba algo agitada y perdida, según cuenta su amiga Ana en el programa Espejo Público.
De hecho, no le había dicho a sus familiares y amigos que se iba a las islas, por eso su desaparición no se denunció hasta 18 días después, cuando se extrañaron del tiempo que llevaba la joven sin dar señales de vida. Las únicas personas que lo sabían eran sus vecinos del camping.
Según explica el abogado portavoz de la familia, Alexander Galván Baute, Natalia viajó con su teléfono, algo que contradice la versión inicial de que lo dejó en su casa para que nadie la encontrara. Ella si viajó con el dispositivo pero parece ser que éste se le bloqueó unos segundos antes de llegar al aeropuerto. Se desconoce el motivo.
Lo que se sabe por la Policía, que es quien lleva la investigación de la desaparición, la chica cogió el avión y aterrizó en el aeropuerto pero allí se le perdió la pista. Ni siquiera fue a recoger su maleta a la cinta de recogida de equipajes.
Las hipótesis
Por el momento la investigación se está llevando a cabo con todas las hipótesis abiertas, entre las que se encuentran la desaparición voluntaria, el secuestro o la fuga.
Su amiga Ana comparte con los espectadores que Natalia era una persona de mentalidad abierta y muy espiritual, lo que la pudo llevar a conocer a alguien e irse con esa persona, pero asegura que desaparecer así no es habitual en ella. “No es propio de ella irse a un lugar al que apenas nadie sabía que se iba a ir y, de repente, desaparecer de esta forma”, añade.
La principal sospecha de Ana es que a Natalia le ha pasado algo, que alguien ha podido llevarla a algún lugar pero teme dar esto por hecho porque también está abierta la hipótesis de que se haya marchado de forma voluntaria. Sin embargo, les resulta inquietante el hecho de que ni siquiera recogiera la maleta.
Algo que también ha podido comprobar la familia es que la oferta de trabajo que hizo a la joven desplazarse hasta La Palma era real.
De momento la investigación sigue abierta y se centra ahora en saber qué hizo Natalia los días previos a volar y si podría haber alguien implicado en su desaparición.
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