¿Qué le pasó a Madeleine McCann? Las claves de su caso
Una joven polaca de 21 años dice ser la pequeña Madeleine y las autoridades han accedido a realizarle pruebas de ADN para comprobar si se trata de la pequeña desaparecida en Portugal en 2007.
Una joven polaca cree que puede ser Madeleine McCann
El 3 de mayo de 2007 Madeleine McCann, de solo tres años de edad y procedente de Reino Unido, estaba durmiendo en la habitación de hotel que sus padres habían reservado para pasar sus vacaciones en Praia da Luz, en Portugal.
Los progenitores, Gerry y Kate, habían bajado a cenar al complejo turístico en el que se hospedaban mientras sus tres hijos, todos menores de edad, dormían en la habitación. Se encontraban a tan solo 50 metros del sitio en el que estaban los pequeños por lo que esa noche se fueron turnando para comprobar que los niños estaban bien.
En una de las rondas comprobaron que Madeleine no estaba en la habitación. La buscaron por todas partes pero la pequeña había desaparecido. Los padres avisaron a la Policía, que abrió una investigación para buscar a Madeleine inmediatamente, pero no hubo forma de dar con su paradero.
Las sospechas hacia sus padres
Tres días después de que se le perdiera la pista, el 6 de septiembre de 2007, la Policía portuguesa interrogó a los McCann como sospechosos de la desaparición. Según las autoridades, unos perros detectaron sangre humana y hedor cadavérico en varios puntos del apartamento, en un coche que el matrimonio alquiló 25 días después de que se produjeran los hechos y en prendas de ropa de su madre, Kate.
Sin embargo nunca se encontraron pruebas lo suficientemente claras para incriminar a sus padres. El hecho de que ambos hubieran dejado a sus tres hijos solos en la habitación despertó un gran debate público sobre su papel como progenitores.
En septiembre de ese mismo año, los servicios sociales los investigaron en relación a su comportamiento con los dos hermanos de Madeleine, pero no encontraron ninguna irregularidad en su comportamiento y en cómo ejercían como padres con ellos.
En julio de 2008 la Policía portuguesa descartó definitivamente a los padres como responsables de la desaparición de Maddie.
Las hipótesis del caso
Cuando la pequeña desapareció las autoridades investigaron si en la zona había alguna persona con antecedentes penales relacionados con secuestros o abusos a menores. Interrogaron, el 14 de mayo, al británico Robert Murat, un hombre que vivía muy cerca del hotel junto a su madre y que había participado activamente en la búsqueda de la pequeña. Sin embargo no encontraron pruebas suficientes para incriminarlo y quedó en libertad.
Otra de las hipótesis que se abrieron llegó gracias al testimonio de Jane Tanner, una de las amigas del matrimonio, que el día de la desaparición estaba cenando con ellos. Ésta contó a la Policía que vio a un hombre sospechoso junto al parking de la urbanización con una pequeña que podía ser Maddie.
Más tarde, la agencia española Método 3, contratada por los propios McCann, aseguró en octubre de 2007 que pudo ser secuestrada por una red de pederastas. Los padres de la pequeña gastaron cientos de miles de euros para que esta empresa investigara la desaparición de su hija.
También se sospechó del asesino de la pequeña Mari Luz, Santiago del Valle, pero no encontraron pruebas contra él.
Dónde buscaron a Madeleine
La Policía portuguesa buscó a Maddie por más de 500 zonas cercanas al complejo turístico. Luego la búsqueda se amplió a nivel internacional.
El 13 de junio de 2007 la Policía comenzó a buscarla en un área de monte siguiendo una pista que le había llegado de un medio holandés. Más tarde, el 22 de junio, las pistas apuntaron a que la niña podía estar en Malta, donde muchos ciudadanos aseguraron haberse encontrado con la niña.
En septiembre de 2007 unos turistas presentaron una fotografía en Marruecos de una pequeña que se parecía a la niña desaparecida pero la Interpol terminó confirmando que era una pista falsa.
También se lanzaron otras iniciativas privadas por parte de particulares. En 2008, el abogado Marcos Aragáo Correia promovió una búsqueda con submarinistas en el fondo del embalse de Arade, en el Algarve, en la que se encontraron unos huesos, pero finalmente se supo que pertenecían a un animal.
Cierre y reapertura del caso
En julio de 2008 la Policía portuguesa cerró la investigación de manera provisional por falta de pruebas. Tres años después, en 2011, algunos particulares continuaron investigando sobre su desaparición y en 2013 la Policía lusa lo volvió a abrir al tener nuevas pistas.
En el año 2020 la Fiscalía portuguesa pidió la imputación de un ciudadano alemán con antecedentes penales y hasta ahora las sospechas siguen apuntándolo a él como responsable de la desaparición de la pequeña.
Quién es Christian Brueckner
Christian es un ciudadano alemán de 44 años que cumple condena actualmente en Alemania por haber cometido delitos relacionados con el tráfico de drogas pero que también tiene antecedentes por ser un delincuente sexual.
Se ha podido saber que el sospechoso estaba en Portugal el día que Madeleine desapareció, algo que se confirmó gracias al registro de llamadas de su teléfono móvil. Bruckner alquiló en el terreno una pequeña casa, ya derruida, el mismo año que desapareció la niña.
En febrero de 2016, las autoridades descubrieron un USB que contenía pornografía infantil en su casa. Pero las sospechas contra él tomaron peso tras ser extraditado desde Portugal a Alemania en 2017, acusado de un caso de abuso sexual a menores en Grecia.
Tras cumplir la mitad de su condena abandonó su país, pero volvió a ser extraditado, esta vez desde Italia, por otro caso relacionado con las drogas. En el Algarve vivía de trabajos ocasionales y también de robos en hoteles y apartamentos. Además se encontraron fibras del pijama que el día de los hechos llevaba la niña en la caravana del acusado. Cuando al sospechoso se le preguntó por estos hechos no quiso decir nada al respecto.
La joven que dice ser Madeleine
Aunque sus padres nunca han perdido la esperanza de encontrar a la niña con vida, ya en el año 2007 la Policía portuguesa admitió que la pequeña Madeleine podía estar muerta. En 2020 lo hizo la Fiscalía alemana, que sigue manteniendo que el culpable de lo que le pasó a la niña es Christian Brueckner.
Sin embargo, en febrero de este mismo año, cuando Madeleine debería tener 19 años, una joven polaca de 21 años ha compartido por redes sociales que cree que podría ser la pequeña Madeleine.
Su nombre es Julia Wandelt y desconoce cuáles son sus orígenes. Sin embargo presenta rasgos físicos que son iguales a los de Madeleine, como una mancha en el iris del ojo derecho (un coloboma), los hoyuelos que se le forman en las mejillas y pecas y lunares ubicados en las mismas zonas.
Después de una lucha incesante para que las autoridades la escucharan, tanto éstas como los padres de Madeleine han accedido a hacerle una prueba de ADN que pueda determinar si se trata de Madeleine o no. Para conseguirlo ha creado una cuenta en redes sociales llamada ‘iammadeleinemaccan’ (Yo soy Madeleine McCann, en español), en la que ha compartido varias fotografías que demuestran la similitud entre ambas chicas.
Su perfil de Instagram @iammadeleinemccan tiene, en el momento de realizarse esta información, 48 publicaciones y más de 500.000 seguidores.
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