Cristina García desapareció en 2013 pero alguien ha abierto una cuenta a su nombre 10 años después

Cristina García desapareció el 5 de noviembre de 2013 en Gandía (Valencia). Tenía 33 años y dos hijas menores, Clara y Alba, de 7 y 9 años respectivamente. El día que su madre se esfumó las dos se quedaron esperándola en la puerta del colegio para que las recogiera, pero nunca fue a por ellas.

Desde el momento de su desaparición su familia siempre denunció que los cuerpos y fuerzas de seguridad no se tomaran el caso en serie.

Según contaron, nunca se llevaron a cabo batidas, aunque si se interrogó a algunas personas que podían ser sospechosas, pero no se obtuvo ninguna información al respecto. En el momento de los hechos Cristina no estaba pasando por un buen momento. Emocionalmente se encontraba mal y estaba tratándose una depresión, aunque su familia nunca quiso contemplar la idea de una marcha voluntaria.

Posible suplantación

Una década después de que a Cristina se le perdiera la pista, una de sus hijas, Alba, quiso vender una vivienda que su madre tenía en propiedad. Cuando comenzó a ordenar documentos se dieron cuenta en el banco de que alguien había abierto una cuenta a nombre de su madre y de otra persona, un cotitular, en el año 2015. Esta cuenta, además, habría estado recibiendo dinero de una subvención hasta abril de 2023.

Desde ese momento su familia, representada por la abogada Paloma García, trata de averiguar quién está detrás de la apertura de dicha cuenta. Entre las opciones se baraja la posibilidad de que alguien le robara el DNI a Cristina y lo usara para cometer este fraude.

Paloma García ha explicado en el programa Vamos a Ver que han solicitado la apertura de diligencias en el Juzgado,en primer lugar, para averiguar quién es la otra persona titular de esta cuenta. Esto, que se solicitó en junio del año pasado, aun no ha llegado a nada puesto que aun no cuentan con la orden del juzgado para que el banco comparta los datos de la persona que es cotitular.

La jurista ha criticado que la Policía no haya hecho nada hasta el momento a pesar de que los hechos hayan tenido lugar en un sitio como Gandía, que es bastante manejable para entender quién puede estar detrás de todo esto.