“Quien tenga a mi niño, que me lo dé”, las palabras de una madre ante la desaparición de su hijo y su sobrino

El pasado sábado, 10 de diciembre, dos menores de 11 y 17 años desaparecían a escasos 50 metros de sus padres cuando entraban en un supermercado para comprar unos sándwiches. Se llaman Ángel y Fernando y son primos. Antes de que sucedieran los hechos se encontraban con mas familiares en una lavandería próxima a la tienda en la que, en teoría, entraron, en la zona sur de Madrid.

Al cabo de un rato sus padres se extrañaron porque estaban tardando demasiado y cuando comenzaron a buscarlos no los encontraron. Denunciaron de inmediato su desaparición a la Policía. Ninguno de los menores llevaba móvil.

La familia, desde el primer momento, descartó que se tratara de una huída voluntaria. Eran niños que no tenían problemas con nadie y a los que el vecindario conocía, al igual que a sus padres.

Durante estos cinco días en los que la familia asegura que no sabe nada, han recibido multitud de llamadas de personas que decían que los habían visto, pero no era cierto. Según los expertos, este tipo de circunstancias suelen darse cuando se produce una desaparición.

Puede deberse a que alguien intenta distraer la investigación o bromear con lo sucedido, quiere obtener alguna recompensa a cambio o bien porque las personas se quieren implicar tanto en ayudar a la familia que creen que ven a los niños, pero en realidad los confunden con otras personas. Pasó algo parecido con la desaparición de Marta del Catillo o con el caso de Diana Quer.

A pesar de que amigos y familiares informan a los investigadores de todas las pistas que les llegan, éstos se mantienen cautelosos y por el momento no han confirmado nada acerca de la desaparición de los dos primos.

Sí saben, sin embargo, que se está procediendo a la revisión de la grabación de las cámaras de toda la zona para tratar de esclarecer si llegaron a entrar en el supermercado y qué sucedió después.

La familia, que se encuentra desesperada, pide que se difunda las fotos de ambos para que colabore la ciudadanía. En el momento de la desaparición Ángel, el menor, vestía una cazadora roja, chándal y zapatillas negras, mide 1,55 de estatura, es de complexión delgada y lleva mechas en el pelo. A su vez, Fernando llevaba puesto una chaqueta color mostaza, pantalón gris y deportivas rojas y negras, es de complexión delgada, mide 1,70 metros y tiene el pelo negro.

Su madre ha pedido, en declaraciones recogidas en el programa Espejo Público, de Antena 3, que quien tenga a su hijo se lo devuelva. “Es un niño bueno”, explica. También han lazado mensajes en otros medios de comunicación, como Telemadrid, pidiendo a los chicos que, si se habían marchado, volvieran. Los menores nunca se habían ido antes sin avisar y no tenían problemas con la familia. De momento la investigación continua abierta.