La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Cándido Conde-Pumpido, el abogado penalista al que han denunciado por hacer agredido sexualmente a una mujer la madrugada del pasado 3 de noviembre aseguró, en su declaración ante la jueza, que jamás forzó a la denunciante.
Previo a estas palabras Conde-Pumpido se había negado a hablar con la Policía en relación a los hechos. No obstante sí contestó a las cuestiones que le planteó su abogado, que le preguntó si había forzado a la denunciante o si habían tenido relaciones sexuales ejerciendo violencia sobre ella. “Jamás” fue la respuesta que dio el penalista a esto.
También negó que lo hicieran sus amigos, aludiendo a que “no llegaron a tener contacto sexual con ella”. Confirmó que estuvieron con él y la chica ese día en su vivienda, cada uno en un periodo de tiempo diferente, aunque llegaron a coincidir los tres.
Respecto a los amigos, ambos defendieron su inocencia desde el mismo instante en que fueron detenidos. Uno de ellos contó, además, cómo había conocido a la víctima: “Yo conocí a la chica en casa de Cándido y un día que voy, Cándido y ella están allí, de forma voluntaria. Yo sabía que mantenían relaciones sexuales”.
Sobre el día de la presunta agresión este amigo explicó que fue a casa del abogado y que allí se encontró a la denunciante, pero asegura que ambos estaban en un “ambiente festivo” y que “estaban consumiendo alcohol y drogas”. También relató que los dos, Cándido y ella, se fueron a una habitación “de manera voluntaria” y que, de hecho “los dos estaban jungando a la play”.
Fue entonces cuando su amigo le pidió que llevara a la chica a su casa pero ella se negó. A la mañana siguiente Cándido le vuelve a preguntar a su amigo si se la puede llevar de casa, pero ella vuelve a negarse y amenaza a Conde-Pumpido. “Cándido se queda dormido por la noche y al día siguiente me pide que lleve a la chica a su casa, que está bajo los efectos de las drogas de varios días. Entonces ella empieza a gritar diciéndole que va a llamar a su expareja”, con la intención de que conocieran la relación que tenían Cándido y ella. El hombre acaba marchándose solo con ese panorama pero vuelve porque el penalista se lo pide y en ese momento lo detiene la Policía.
El segundo acusado, el otro amigo que también estuvo durante los supuestos hechos en la casa del abogado, declaró que “ese día, a las nueve de la noche voy a casa de Cándido a darle el coche de un amigo y recoger algunas cosas”. En ese momento escuchó una voz femenina, según relató a la jueza.
“Yo no supe quién era pero sabía a lo que se dedicaba ella”, aclaró. Según su versión, este segundo amigo solo estuvo 20 minutos en la vivienda del abogado y luego se marchó en su moto. Todo ello aseguró que podía demostrarlo por los posicionamientos del ciclomotor y de su móvil así como por las grabaciones de las cámaras de los sitios por los que pasó.
Al igual que el primer amigo, este también volvió a casa de Cándido y en ese momento es cuando lo detienen. Poco después ambos acabarían quedando en libertad. Después lo haría Cándido Conde-Pumpido sin ninguna medida cautelar.
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