Caso Daniel Sancho: el único delito que reconoce tiene pena de un año de cárcel

Daniel Sancho ha tenido que acudir esta mañana a los Juzgados en Tailandia, concretamente a las 03:00 horas de España para que el juez le leyera los cargos que se le imputan y éste los negara o los reconociera. Lo ha hecho con el traje de presidiario que consiste en un pantalón corto y una camiseta de mangas cortas, ambas prendas de color naranja. En todo momento ha estado esposado y custodiado por un agente tailandés.

Esta vista estaba prevista para el pasado 26 de octubre pero tuvo que aplazarse porque el acusado solicitó la presencia de un traductor y no había ninguno disponible. Por este motivo se volvió a fechar para hoy, 13 de noviembre.

Los cargos

A Daniel Sancho, chef de profesión e hijo del actor español Rodolfo Sancho, se le han atribuido los delitos de asesinato premeditado, sustracción de documentos de la víctima y descuartizamiento y ocultación de su cadáver. De todos ellos el único que ha reconocido ha sido el último. De esta forma Sancho sigue manteniendo que él no planeó acabar con la vida de su compañero y que su muerte se produjo tras una discusión y un posterior golpe en la cabeza.

Daniel Sancho ha señalado ante el juez que todo lo que ocurrió el pasado agosto fue producto de un accidente así como tampoco ha reconocido que le sustrajera la documentación a Edwin Arrieta para dificultar su identificación.

Durante su declaración el joven ha estado acompañado, en todo momento, por su padre, el actor Rodolfo Sancho, un representante de la Embajada de España y por su nuevo abogado, al que parece ser que han contratado de forma privada. El que le asignaron de oficio fue despedido por no tener afinidad con los letrados españoles. Marcos García Montes, su abogado español, no ha podido acompañarlos porque se encuentra en España, en la celebración del juicio de 'El Melillero'.

En Tailandia el delito de descuartizamiento y ocultación de un cuerpo es similar al de profanación de cadáver en España y está únicamente penado con un año de cárcel en el país asiático. Por otro lado los otros delitos de los que se ha declarado no culpable conllevarían la pena de muerte o, en el mejor de los casos, la cadena perpetua.