La aldaba
Carlos Navarro Antolín
La lección de Manu Sánchez
Desde que la familia de Anna Marín, de 21 años, supo por el movimiento de sus tarjetas de crédito que la chica estaba en Perú y no en Madrid, como les había contado, lo primero que pensaron era que podía haber una secta o grupo pseudo religioso detrás de su partida. Por eso durante la semana que ha durado la investigación para dar con su paradero una de las personas que ha acompañado a sus padres en este proceso ha sido Patricia Aguilar.
Patricia Aguilar tenía 18 años cuando salió de su casa para viajar a Elche y luego tomar un avión hasta Lima. Era enero de 2017 y le había dicho a su madre que se iría a pasar una noche a una casa de campo con unos amigos. En realidad iba a viajar hasta Perú para encontrarse con Félix Steven Manrique, el gurú que la captó en una secta sexual: la secta Gnosis.
Su caso guarda mucha relación con el de Anna Marín y aunque aun no se ha podido confirmar si a esta joven le ha ocurrido lo mismo, su familia tiene sospechas de que haya podido captarla el grupo GYC, aunque desde SOS Desaparecidos aseguran que nunca se ha afirmado de manera categórica esto.
GYC Perú es una organización pseudoreligiosa aunque en España se la ha llegado a catalogar como secta. Están afincados en toda Latinoamérica aunque cobran especial relevancia en Perú y Argentina. Tienen apariencia de ONG y se autodenominan una organización religiosa pero no está inscrita como tal de manera oficial.
Respecto al caso de Anna Marín han reconocido que saben quién es desde dicha organización pero han asegurado que ellos trabajan con voluntarios y que asiste a sus actividades quien quiere. “Es una ONG, solamente un grupo de colabores voluntarios sin fines de lucro que se reúnen para poder hacer obras sociales por partes vulnerables de Perú. Lo que hacemos es dar nuestro tiempo para servir voluntariamente”, han explicado desde la entidad a un periodista del programa Vamos a Ver de Telecinco. En su página web dicen que su objetivo es “encontrar a jóvenes que desean demostrar liderazgo e integridad”.
Juantxo Domínguez, experto en organizaciones sectarias, ha explicado que en la mayoría de casos los contactos con estos grupos coercitivos se producen a través de internet.
La investigación se centra ahora en averiguar quién fue el contacto de Anna en España o buscar el enlace en Lima y conocer desde hace cuánto que están vinculados. Lo que llama la atención de este caso es la forma en la que se ha ido la chica. Por eso los investigadores piden que se trate todo con especial cautela para proteger la integridad de la joven.
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