Crimen de Cuzcurrita: la Guardia Civil explica cómo se produjo el homicidio de Guillermo

El pasado 16 de agosto la Guardia Civil detuvo a un hombre de 53 años que en ese momento se encontraba en prisión por otro delito. Dos días después arrestó a otras tres personas, todas ellas sospechosas de acabar con la vida de Guillermo Castillo, un conocido hostelero de 79 años que fue asesinado el pasado 2 de mayo en la pequeña localidad de Cuzcurrita de Río Tirón, en La Rioja.

La persona que encontró a Guillermo aquel día fue su hija, que acudió a su casa alertada por un trabajador de la víctima al no saber nada de él. Lo halló muerto, con signos de violencia y con un charco de sangre alrededor de su cuerpo. Se dijo en su día que Guillermo presentaba heridas de arma blanca pero la Benemérita ha desmentido esta información.

Desde el principio los investigadores sospecharon que el móvil del crimen podía ser el robo de la caja del restaurante ya que en la vivienda estaba todo revuelto. Sin embargo la cantidad de dinero que se hizo ese fin de semana, si bien era superior a la usual porque el pueblo había estado de fiesta, no era excesiva. La investigación quedó, rápidamente, bajo secreto de sumario pero parece ser que se encuentra en la recta final tras estas detenciones.

Hoy, 23 de agosto, agentes de la Guardia Civil han dado una rueda de prensa en Logroño para informar del caso. Aunque la investigación no está todavía cerrada y podría haber algún giro, en principio se puede afirmar que los asaltantes emplearon una violencia desmesurada para acabar con la vida de Guillermo a cambio de una cantidad ridícula de dinero (unos 600 euros). Hay dos detenidos para los que se ha decretado su ingreso en prisión como presuntos autores materiales de los hechos.

Miguel Ángel Sáez, portavoz de la Guardia Civil de la Rioja ha explicado a los medios de comunicación que estos dos individuos planearon el asalto a la vivienda de Guillermo creyendo que la víctima guardaba una importante cantidad de dinero dentro de su domicilio.

El robo

Según ha comunicado la Guardia Civil los dos acusados del crimen se montaron en un vehículo en Logroño y se dirigieron a la localidad de Cuzcurrita. Estacionaron el coche en las proximidades del lugar que iban a asaltar, se dirigieron a la casa de la víctima y llamaron a la puerta.

Quien les abrió fue el propio Guillermo que los dejó entrar porque conocía a uno de ellos. No ha trascendido, por el momento, qué relación había entre ambos. Cuando los dos sujetos estaban dentro de la casa golpearon a la víctima sin posibilidad de que este se defendiera, lo inmovilizaron y lo encerraron en una de las habitaciones. Fue entonces cuando registraron sus pertenencias y se produjo el robo.

Ambos varones tienen historial delictivo. Uno de ellos, de hecho, estaba de permiso penitenciario y el otro portaba una pulsera de control telemático.

Con la rueda de prensa la Guardia Civil ha querido transmitir calma a los vecinos y vecinas de Cuzcurrita ya que los dos sospechosos se encuentran actualmente privados de libertad mientras la investigación continúa su curso, aunque está a punto de cerrarse.