La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El pasado 13 de enero la jueza titular del Juzgado número 15 de Barcelona decretaba la prisión provisional y sin fianza para el ex jugador brasileño de fútbol Daniel Alves, por haber violado, presuntamente, a una chica en la noche del 30 al 31 de diciembre del año pasado.
La decisión de la jueza vino después de escuchar la declaración de la víctima, que fue contundente y resultaba veraz, de ver las pruebas que ésta presento y de escuchar la versión de Alves, que cambió hasta en tres ocasiones la explicación de lo que había sucedido dicha noche.
Los hechos tuvieron lugar en la discoteca Sutton, de Barcelona, la noche del 30 al 31 de diciembre de 2022, en torno a las 04:30 horas. Allí, una chica de 23 años acudió junto a dos amigos más al local y fue invitada a una de las zonas VIP en la que se encontraba Alves.
El exjugador la invitó a una copa y luego intentó forzarla, agarrándole las manos para llevarlas hasta su entrepierna. La chica lo rechazó.
Después el brasileño le hizo señas desde una puerta para que acudiera junto a él. Ella, según ha contado, creyó que la iba a conducir a una sala contigua, pero se vio encerrada en un aseo de pequeñas dimensiones donde fue sometida de forma violenta para tener relaciones sexuales.
La víctima ha apuntado en su declaración que la cogió “por la parte de atrás de la cabeza” y la tiró al suelo, para que le practicara una felación. Ella intentó zafarse pero entonces él, con una fuerza física bastante superior a la de ella, la agarró y la penetró vaginalmente.
En el baño pasaron aproximadamente 15 minutos y tras la agresión, la chica salió del lavado, se volvió a reunir con sus amigos y acudió al Hospital Clinic de Barcelona para que le hicieran un examen médico con el correspondiente parte de lesiones. Fue en el centro sanitario donde se activó el protocolo para los casos de agresiones sexuales.
La víctima denunció lo sucedido dos días después, el 2 de enero, y lo hizo aportando el informe médico en el que quedaba recogido que habían encontrado restos biológicos en su vagina y síntomas de haber sido sometida a actos violentos durante todo el proceso de la agresión. Es decir, no solo había signos de haber sido forzada en su zona genital sino también en su rodilla o en su cabeza.
Además del informe la joven también aportó como prueba la ropa que llevaba la noche en la que tuvo lugar la presunta agresión. Junto a ella se presentaron testigos que corroboraban la declaración de la denunciante y que la dotaban de veracidad.
Cuando los Mossos registraron la denuncia se activó el protocolo para estos casos también en la discoteca, que con agilidad facilitó a los agentes las grabaciones de las cámaras del local durante esa noche. De hecho, fueron los propios trabajadores del local quienes aconsejaron a la víctima que acudiera al hospital después de que la chica, llorando, les contara a las personas de seguridad que el exjugador la había violado.
En las imágenes se podía ver cómo Alves había estado con ella y la había perseguido por la sala hasta entrar con ella en dicho aseo y pasar dentro unos 15 minutos. Todo lo que grabaron las imágenes coincidía con la versión de la víctima.
Cuando la víctima denunció los hechos el exjugador se encontraba en México, donde estaba jugando en el equipo Pumas de la UNAM, del que ha sido destituido después de que se conociera su posible implicación en la agresión.
Fue durante la semana del 16 de enero cuando éste regresó a España para acudir al funeral de su suegra y fue finalmente detenido para declarar por lo sucedido.
La primera versión que dio fue la de que no conocía de nada a la chica que lo había denunciado, pero la grabación de las cámaras ponían en entredicho lo que defendía.
Tras eso, se retractó y dijo que sí la conocía pero que no habían mantenido relaciones. Como durante las grabaciones se ve cómo pasan 15 minutos juntos en el baño, Alves confesó finalmente que si habían tenido un encuentro sexual pero que éste había sido consentido y que, de hecho, habría sido la víctima la que lo habría buscado a él para mantener las relaciones.
Ahora Alves ha pedido dar una cuarta versión que podría desmontar las tres anteriores y que, incluso, lo podría hacer incurrir en un delito de falso testimonio por haber cambiado tantas veces su versión. La víctima, por su parte, siempre ha mantenido el mismo relato de forma tajante.
Ella, además, ha rechazado recibir una indemnización por parte del jugador porque lo único que quiere es que se haga justicia por lo sucedido.
Actualmente Daniel Alves, de origen brasileño, se encuentra en la prisión de Brians 1 de manera provisional y sin fianza por el riesgo de fuga que existe debido a su poder económico y a su falta de arraigo a España.
Por su parte el deportista ha decidido cambiar de abogado, ya que la que lo representaba no era experta en derecho penal. Ha trascendido que durante sus tres primeros días en la cárcel Alves no tiene apetito y su estado anímico no es bueno.
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