Crónica del crimen del pastor evangélico: desde el asesinato a la resolución del caso

El 16 de marzo de 2022 Joaquín Jiménez iba conduciendo por el distrito madrileño de San Blas cuando varios lo embistieron, lo dejaron acorralado y le dispararon, al menos, cuatro veces hasta acabar con su vida.

Los hechos ocurrieron a plena luz del día y aunque casualmente había unos sanitarios de SAMUR muy cerca porque estaban tratando a unos heridos por otra colisión leve, no pudieron hacer nada por la vida del pastor.

Las primeras detenciones

Los atacantes se dieron a la fuga pero unas horas más tarde el primero de ellos se entregaría en una comisaría de Policía en Sevilla. Había conducido más de 400 kilómetros hasta la capital andaluza con el objetivo de poderse resguardar allí de la justicia pero finalmente decidió confesar el asesinato y asumir su responsabilidad. Temía ser enjuiciado por el clan familiar al que pertenecía Joaquín Jiménez.

La segunda detención llegó dos semanas más tarde, cuando el padre del primer detenido decidió seguir el camino de su hijo y entregarse a la Policía. Además también se atribuyó el hecho de empuñar el arma.

Sin embargo, el resto de agresores (cuatro más) prefirieron esconderse, iniciándose así una compleja investigación para localizarlos y resolver el crimen.

Por aquel entonces y a día de hoy, la Policía no sabía con certeza cuál había sido el móvil del asesinato pero sospechaba que podía tratarse de un problema en una separación.

Fuentes policiales recogidas en el periódico El País explicaban que parecía ser que “la víctima, en su condición de pastor, trató de mediar entre las familias de un matrimonio en el que la mujer quería separarse”. Pero algo no salió bien y decidieron ir a por el Joaquín. “Fue una auténtica emboscada planificada”, afirmaban.

El 6 de mayo, dos meses después de haberse cometido el delito, un tercer participante en los hechos fue interceptado en el puerto de Valencia, cuando estaba a punto de embarcar hacia Palma de Mallorca. Los investigadores lo consideran autor material de los disparos y, además, es familiar directo del marido cuya separación dio origen al conflicto.

Después del verano, la Policía localizaría al cuarto participante que se había instalado en A Coruña desde hacía unos meses. Tras el detendrían al penúltimo de los presuntos implicados en el crimen en el aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez.

La última persona en ser localizada sería una mujer, con la que dieron en el mes de noviembre, que se había mudado a Mallorca.

Quienes han llevado a cabo la investigación para desenredar lo que sucedió el 16 de marzo de 2022 en el barrio de San Blas ha sido el Grupo V de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Todos los detenidos pasaron a disposición judicial y actualmente se encuentran en prisión.