Crónica del robo a la casa de Benito, el jienense condenado por defenderse de un ladrón
Benito fue agredido por el ladrón que entró en su casa y trató de defenderse con un cuchillo de caza que tenía en su mesilla de noche.
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El tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha decidido enviar a Benito a prisión porque, según han especificado, se defendió demasiado. De esta forma la sentencia recoge que, “junto a la intención de defenderse de una agresión, concurrió un ánimo vindicativo ( de venganza), al no limitarse a amenazar o disuadir al agresor, sino a asestarle varias puñaladas en diversas partes del cuerpo, que le causaron la muerte”.
Lo que sucedió
Los hechos por los que Benito, de 64 años y vecino de La Carolina, una localidad de Jaén, ha sido condenado a dos años y medio de cárcel, tuvieron lugar en 2018.
El 20 de mayo de ese año un individuo asaltó la casa de Benito, que había enviudado y vivía solo. Benito, además, tiene una discapacidad a raíz de un accidente de moto y tiene una visión reducida en un ojo y falta de audición en un oído.
Él se despertó en mitad de la noche porque se encontraba indispuesto y al tratar de encender la lámpara de su mesilla de noche se dio cuenta de que no había luz en la casa. Pasó lo mismo con las luces del cuarto de baño, que se encontraba en el interior de su dormitorio, por lo que decidió dirigirse hacia el sitio en el que tenía el cuadro de luces para comprobar si se habían bajado los plomos.
Sin embargo, en ese momento observó que la puerta de su habitación estaba abierta, cuando él la había dejado cerrada. Se asustó y se asomó para ver qué sucedía. Según recoge la sentencia, en ese momento el ladrón, que se llamaba Roberto, golpeó a Benito con una barra de hierro en la cabeza. El hombre empezó a sangrar y en un intento de defenderse del ataque, y dado que no veía bien, agarró un cuchillo de caza que tenía en su mesilla de noche y comenzó a lanzar puñaladas.
Después de eso salió corriendo, en mitad de la oscuridad, hacia la cocina, cerró la puerta tras de sí, colocó una mesa para bloquear el acceso al ladrón, abrió la ventana y empezó a pedir auxilio. En ese intervalo de tiempo Roberto, el ladrón, falleció.
Según los forenses, éste tenía 22 heridas alrededor de su cuerpo, pero no todas ellas fueron provocadas por el cuchillo y ninguna de las referidas fue mortal. La autopsia a su cuerpo determinó que habría fallecido por un shock hipovolémico provocado por la pérdida de sangre. En el exterior de la casa se encontraba la pareja de Roberto, pero cuando Benito empezó a pedir socorro a través de la ventana ella no llamó a la Policía, se quedó esperando hasta que se desencadenaron los trágicos hechos.
El juicio
El juicio por estos hechos se celebró con un jurado popular formado por nueve ciudadanos. Ellos consideraron durante la vista que se le debían aplicar a Benito las atenuantes de miedo insuperable y de legítima defensa. Pero aun con ello, Benito fue condenado por haber acabado con la vida de Roberto a dos años y medio de prisión por haberse defendido de manera desmesurada.
La acusación particular, ejercida por la familia del ladrón, solicitaba 20 años de cárcel para Benito y una indemnización de 70.000 euros.
Ante esta decisión, la defensa de Benito recurrió la sentencia al TSJ de Andalucía pero esta ha ratificado la condena impuesta.
“Benito se percató de la entrada (del ladrón) oyendo el ruido y decidió coger el cuchillo para neutralizar al ladrón sin intentar otros medios defensivos”, reza el escrito.
Una persona vulnerable
Benito tuvo un accidente de moto que le provocó una incapacidad con la que convive desde entonces. Estuvo mucho tiempo en el hospital en estado de extrema gravedad. Perdió el oído, un ojo y la mitad del hemisferio cerebral. En la otra mitad le tuvieron que instalar una válvula para que pudiera sobrevivir. Desde entonces Benito recibe una pensión y vive con algunas dificultades, lo que lo convierte en una persona vulnerable.
Es por este motivo por el que su hermana, Pilar, ha pedido, a través de los medios de comunicación, que revisen el caso de su hermano dada sus circunstancias.
Como ella ha explicado, Benito no quiso matar a Roberto, sino defenderse en una situación en la que fue agredido y no veía ni oía bien lo que estaba ocurriendo. Su abogado va a volver a recurrir la sentencia del TSJA y en caso de que se lo rechacen, solicitará su indulto.
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