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Crónica del atropello mortal a un Guardia Civil que evitó que decenas de niños fueran arrollados

El homicida ha ingresado en prisión alegando que padece una enfermedad mental pero se ha acogido a su derecho a no declarar.

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Imagen durante el funeral de Dámaso Guillén / Paco Paredes
Carmen P. Acal

05 de abril 2023 - 12:23

Los hechos ocurrieron el 1 de abril, sábado, por la tarde, cuando Y.T.L., de 28 años, se ensañó con el amigo que le había estado dando cobijo en su casa de Pravia, en Asturias.

La pelea entre ambos había comenzado en el interior de la vivienda que había adquirido el amigo del homicida cinco meses atrás. Desde hacía ocho días se encontraba acogiendo a su amigo y, sin que se conozco aun el motivo, comenzó una reyerta entre ambos.

Agresión con un hacha

Según cuenta Valentín, un vecino de 74 años, y Pura, su mujer, de 72, vieron salir al agresor con un hacha en la mano mientras perseguía a su amigo y dueño de la casa. Al parecer en el interior de la casa había restos de sangre. Valentín se encontraba junto a Pura atendiendo al ganado y no dudaron en intervenir para evitar una tragedia mayor. Pura ha comentado que "iba igual que una cabra, nunca vi a una persona tan fuera de sí".

Tal y como ha contado el septuagenario a Caso Abierto, portal de investigación y sucesos del grupo Prensa Ibérica, al verlo así intentó pararlo y tuvieron un forcejeo de unos segundos con el que Valentín cayó al suelo con un golpe en la cabeza y un corte en la mano.

No pudo atraparlo pero evitó que hiriera a su amigo. El agresor, tras esto, huyó en un coche que acababa de robar. Salió a toda velocidad justo cuando un agente de la Guardia Civil que estaba cubriendo una carrera ciclista de niños y niñas le dio el alto, a lo que el agresor hizo caso omiso. Continuó su marcha hasta que Dámaso Guillén, también Guardia Civil, le dio un segundo alto y éste se lo llevó por delante, acabando con su vida. El homicida se dio a la fuga tras los hechos pero tres horas después fue detenido.

"Salió a toda velocidad y a los pocos segundos ya sentimos el golpe, que fue justo encima de la casa por donde pasa la carretera", explicaba Pura a los medios, en alusión al atropello del agente.

La mujer, que estaba en la vía, vio cómo el joven huía del lugar del siniestro corriendo hacia la vega del Nalón. "Hace unos días le había enseñado yo por dónde podía ir a Pravia en bici , cruzando por el puente del tren en vez de por la carretera. Me decía que iba a por tabaco, y justo tiró por ahí", señaló ella.

Los investigadoras han señalado que de no ser por el Guardia Civil fallecido, el homicida se habría llevado por delante a multitud de ciclistas. En cuanto al amigo del detenido, se encuentra ingresado en el hospital debido a las lesiones sufridas en la espalda y la muñeca.

Sobre el guardia civil

El agente de tráfico fallecido se llamaba Dámaso, tenía 49 años, estaba casado y tenía una hija. Era natural de Jaén y formó parte del operativo de extinción de incendios que el jueves pasado, 31 de marzo, evitó que las llamas llegasen a la gasolinera de Quintana, en Valdés.

Sus compañeros de la Guardia Civil han lamentado el fallecimiento del agente. «Nuestro más sentido pésame para la familia, compañeros y amigos de Dámaso», ha escrito el cuerpo en las redes sociales. Misma vía ha utilizado la UME para transmitir sus condolencias: "Nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos por el compañero que hoy nos ha dejado en acto de servicio. ¡Descanse en Paz!".

El detenido ingresa en prisión

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Pravia (Asturias) ha ordenado este martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Y. T. L., el hombre de 28 años detenido por arrollar y acabar con la vida de Dámaso Guillén cuando huía con un coche robado en Beifar.

El varón, que inicialmente huyó a pie del lugar del suceso, pero terminó siendo localizado por la Guardia Civil, se enfrentaba hasta una decena de delitos, pues además del atropello mortal, había agredido previamente a dos varones con un hacha.

Al detenido se le atribuye un delito de homicidio imprudente por la muerte del guardia civil, pero también tendrá que responder por otros nueve ilícitos como homicidio en grado de tentativa, conducción temeraria, abandono del lugar del accidente, conducción sin carné, hurto, resistencia a la autoridad y sendos delitos de lesiones.

El detenido se ha mostrado ausente a la puerta del Juzgado, lo que abona la teoría de sus problemas mentales, aunque de momento se ha acogido a su derecho a no declarar.

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