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Crímenes de Andalucía: la desaparición del niño pintor de Málaga

Según los medios de comunicación, la desaparición de David Guerrero fue catalogada por la Interpol como una de las más misteriosas de Europa.

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Cartel de búsqueda de David Guerrero / Sos Desaparecidos
Carmen P. Acal

18 de marzo 2023 - 11:33

En 2022 se cumplieron 35 desde que se le perdió la pista al ‘niño pintor de Málaga’ un lunes, 6 de abril de 1987. Este adolescente, de solo 13 años y con un gran talento para la pintura salió de casa y nadie volvió a verlo nunca más.

David tenía afición por los tebeos y por la pintura. Cada semana su padre le compraba un tebeo que el pequeño leía con sus dos hermanos, de 10 y 15 años. Otras veces les regalaba libros sobre arte para despertarles curiosidad por la pintura.

David iba a clases extraescolares de dibujo, por lo que las paredes de su casa estaban llenas de obras suyas. El pequeño tenía talento, tan es así que acudía a cursos con personas adultas.

El lunes que David desapareció llegó del colegio junto a su hermano pequeño. No se encontraba demasiado bien por lo que no quiso merendar. Ante la insistencia de su madre, el pequeño se tomó un yogur.

Estaba nervioso porque a las 19:00 había quedado con un periodista radiofónico que lo iba a entrevistar a raíz de la exposición de uno de sus cuadros en una galería de arte. La exposición se había inaugurado tres días antes, el 3 de abril, y a ella asistieron los padres de David con sus tres hijos. Fue allí mismo donde un periodista de un medio popular le propuso al chico hacerle una entrevista.

Por eso el 6 de abril David salió de su casa, sobre las 18:30 horas, ataviado con una mochila llena de sus pinturas y un bonobús para llegar al sitio donde se había citado con el periodista.

Su madre lo siguió con la mirada cuando abandonó la casa hasta que torció la esquina, donde no lo vio más. La parada del autobús estaba situada a apenas 200 metros de la vivienda y David está acostumbrado a tomar el transporte público cada día para ir a sus clases.

Ese día el recorrido que tiene que hacer era diferente, porque antes debía pasar por la galería en la que lo esperaba el entrevistador, pero su padre se ocupó de hacerle un mapa indicándole dónde tenía que bajar y qué camino debía tomar.

Ese día el tráfico estaba muy agitado porque la Reina Sofía se encontraba en Málaga para la inauguración del Teatro Cervantes y el recorrido que ésta tenía que hacer era el mismo que el que hacía el autobús de David.

En torno a las 21:00 horas el padre de David acudió, como cada día, al edificio en el que David impartía sus clases de dibujo para recogerlo. El pequeño, tras la entrevista, debía irse para allá, pero los profesores le dijeron que el niño no había ido ese día al curso.

Por este motivo su padre se personó en la galería donde lo iban a entrevistar. Allí tampoco estaba y, según le contaron, no había ido a hacer la entrevista.

A pesar de que su padre quiso denunciar los hechos, por aquel entonces debían pasar varias horas sin saber nada de una persona para que se activara el protocolo de búsqueda. Jorge, el padre de David, no perdió el tiempo y se puso a buscarlo por la capital con ayuda de sus vecinos, que pasaron toda la noche peinando las calles de la ciudad. Veinticuatro horas después la Policía comenzó a buscar a David Guerrero.

Lo que averiguaron entonces era que el niño no había llegado a tomar el autobús que lo llevaría hasta la galería. Los agentes descartaron que hubiera sido víctima de un secuestro ya que, como consecuencia de la visita de la reina, la ciudad estaba repleta de policías y nadie vio nada extraño.

La imagen de David comenzó a aparecer en cada farola de Málaga y los medios de comunicación no tardaron en hacerse eco de la noticia.

Las hipótesis

Dado que David tenía una familia humilde, donde solo trabajaba de forma asalariada el padre, y que nadie había pedido un rescate, se barajaron dos opciones: que David se hubiera marchado voluntariamente o que alguien lo hubiera secuestrado aunque no por motivos económicos, sino por otras razones como bien podría ser su talento. Esa es la opción que, de hecho, tomó mas fuerza.

Los investigadores exploraron todos los rincones de la vida de David, analizaron toda su obra y pusieron especial atención por si podía identificar alguna cara en sus bocetos, pero no encontraron nada. Una compañera de clase del pequeño les entregó un retrato de un hombre que David había pintado antes de desaparecer y que le había regalado a su amiga. Trataron de compararlo con pistas que iban apareciendo del posible paradero del desaparecido, pero tampoco obtuvieron nada concluyente.

Investigación paralela

Unos años después del suceso y después de que el padre del niño muriera de cáncer, los hermanos de David empezaron una búsqueda paralela porque consideraron que las pesquisas policiales habían sido escasas.

Pronto se dan cuenta de que hay testigos que sitúan a David en la parada de autobús la tarde del 6 de abril de 1987 y lo que hasta entonces le habían contado a los familiares era que el niño había desaparecido antes de llegar a ese punto.

David llegó a la galería de arte. Si bien es cierto que no lo entrevistaron por su demora, sí estuvo en la sala. También estuvo en el edificio en el que estaba la academia de pintura, pero no se sabe si llegó a entrar en esta. Justo en la planta de abajo de dicho establecimiento había una peña cultural, conocida como El Cenachero y algunos de sus integrantes sitúan al niño en ese punto por última vez.

Carta anónima

A pesar de que hicieron avances en la investigación, el hermano mayor de David se topó con muchas trabas para continuar con ello y no es hasta el año 2018 cuando le entregan el sumario del caso.

Unos días más tarde la madre del desaparecido recibe una carta anónima en la que le aseguran que todo se tramó en El Cenachero, por lo que en febrero de 2019 el juez decide reabrir el caso. Sin embargo nunca se llegó a saber qué le pasó a David en 1987.

A pesar de que el último sitio en el que se le sitúa estaba relacionado con la peña y que se habló de tramas de pederastia infantil, el dueño de la peña y muchos testigos ya habían muerto. Tanto a la familia como a la Policía les resultó imposible concluir la investigación y esclarecer el porqué de la desaparición del niño pintor de Málaga, un caso que sigue siendo una incógnita a día de hoy.

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