La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
El 2 de abril de 2004 alguien acabó con la vida de Manuel Salgado cuando éste iba a trabajar, en su garaje de Rosalía de Castro, en la ciudad gallega de Vigo. Esta no era la primera vez que Salgado se había visto amenazado. Desde que se separó la víctima había tenido múltiples problemas por la repartición de los bienes de la familia. Lo habían estado vigilando en la puerta de su trabajo, trataron de atropellarlo y agredieron a su sobrino con un bate de béisbol hasta que el 2004 acabaron con su vida.
Es por ello que en el punto de mira de los investigadores siempre han estado su exmujer y su entorno, incluidos sus hijos, que nunca quisieron declarar. Los agentes del grupo de Homicidios de la Policía Nacional y quienes investigaron el caso en su momento siempre sospecharon de ellos.
Pasado tanto tiempo, la baza de la policía pasaba por las declaraciones, tanto nuevas como ya reiteradas de amigos, familiares, conocidos o personal laboral y del colegio que entonces regentaba la víctima. La gran mayoría eran conocedores del acoso que sufría Manuel, algunos incluso fueron testigos de estos episodios que llevaron a este vigués de 56 años a pedir protección policial.
Una semana antes del crimen alguien había intentando acabar con él de la misma forma en que finalmente se ejecutó el asesinato.
La única explicación que apreciaron los agentes para que este no lo denunciase es que se tratase de alguien muy próximo, del que jamás pensó que pudiera disparar contra él.
En un primer momento se barajó la posibilidad de que quien había acabado con la vida de Manuel Salgado fuera un sicario pero junto a esta hipótesis apareció la de que fuera alguien cercano quien lo habría matado.
Ahora, con el informe policial ya emitido, el juzgado de Instrucción 4 de Vigo ha decidido concluir la investigación por el crimen de Manuel Salgado en su garaje de Rosalía de Castro. El magistrado titular Juan Carlos Carballal ha cerrado el caso sin nuevos procesados trasladando la causa a la Audiencia Provincial para que, al tratarse de un sumario, sea esta quién decrete el archivo de las actuaciones.
El información compartida por Faro de Vigo, el juez ha explicado que pese a las nuevas diligencias practicadas desde que se reabrió el caso a finales de 2021 no han dado con "información relevante" ni nuevos datos objetivos sobre la autoría de los hechos sino "que se mantienen las meras sospechas, hipótesis y conjeturas del principio, no corroboradas con hechos objetivos y que, por tanto, no sirven de base para continuar la investigación, por lo que es procedente concluir el presente sumario sin procesamiento alguno".
Recoge también el magistrado en este auto que la investigación policial fue "en su momento especialmente deficiente, incompleta y carente de un criterio lógico", motivada, argumenta, "quizás por haber desplazado de la misma a algunos de los funcionarios más competentes adscritos a la Comisaría Local para ser sustituidos por otros procedentes de unidades centrales con total desconocimiento de la zona".
En dicho auto, sí señala varias incongruencias respecto a los principales investigados o sospechosos en el crimen de Manuel Salgado, como son su exmujer, sus hijos, la que era nueva pareja de su exesposa o el detective que esta contrato para vigilar al propio Salgado, si bien al no ser investigadas en su momento "la eventualidad de hacer ahora esta investigación ha devenido defectuosa".
Pese a ello, el juez también recalca que " la hipótesis policial sigue considerando que los autores del homicidio se encuentran, directa o indirectamente, en el círculo familiar más próximo a Manuel Salgado", aunque no con indicios suficientes como para dirigir la investigación hacia alguno de los sospechosos.
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