Se investiga como un crimen el supuesto suicidio de la mujer hallada en la ría de Bilbao

Un vehículo de la Ertzaintza
Un vehículo de la Ertzaintza
Carmen P. Acal

30 de diciembre 2022 - 11:05

El pasado 24 de diciembre un pescador que salía a faenar halló el cuerpo de una mujer en plena ría de Bilbao, en la zona de Portugalete. El cuerpo, ya sin vida, tenía anclado unas pesas en las piernas que no impidieron que éste ascendiera a la superficie en su proceso natural de descomposición.

Los restos pertenecían a una chica, de unos 40 años de edad, blanca y de pelo corto y negro, que vestía unos vaqueros, un abrigo de pelo y unas botas de firma. No tenía ningún tipo de documentación consigo pero en el bolsillo de su chaqueta se encontraron unas llaves.

Tras desplazarse al lugar de los hechos Cruz Roja, Guardia Civil y Ertzaintza, los efectivos se llevaron el cuerpo para poderle realizar la autopsia y las pruebas pertinentes de identificación, que se basarían en el análisis de sus huellas dactilares y de su ADN.

Tras la realización de la necropsia se conoció que la chica había muerto antes de caer a la ría, posiblemente por estrangulamiento. Esto se supo porque tenía una marca en su cuello y porque sus pulmones no tenían agua, algo que habría sucedido en caso de haberse intentado suicidar. Por estos motivos los investigadores consideraron que se trataba de un posible caso de homicidio.

La identificación fue un proceso más complejo y se llevó a cabo a través del análisis de sus huellas dactilares, algo complicado debido al estado en el que encontraron el cuerpo, que llevaba unos 4 ó 5 días sin vida.

Tras ello los agentes consiguieron averiguar que se trataba de una mujer transexual, de 40 años y vecina de Getxo cuya vivienda tenían localizada para proceder a un registro de la misma.

La nota de suicidio

El primer paso que dieron los investigadores fue el registro del domicilio de la víctima en cuyo interior encontraron una nota suicidio escrita a mano que hacía creer que la chica no se encontraba bien y que tenía intención de acabar con su vida.

Este hallazgo habría supuesto el final de la investigación si no fuera porque la autopsia realizada demostró que la mujer no falleció de manera voluntaria y que alguien tuvo que intervenir en el proceso.

Por eso ahora la Guardia Civil y la Ertzaintza, que son quienes se encargan del caso, van a proceder a hacer una comparativa de la caligrafía con otros escritos de la víctima, en primer lugar, y con la caligrafía de las personas cercanas a ella para determinar si la nota la escribió la víctima o no.

La investigación sigue abierta, por el momento, y no se descarta ninguna hipótesis pero el suceso está siendo tratado como un claro crimen homicida.

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