Miguel Ricart vuelve a estar en el punto de mira de la justicia: Fiscalía solicita cinco años de prisión para él

El único condenado por el caso Alcàsser fue detenido el año pasado por regentar un narciso por el que le solicitan que cumpla cinco años de condena.

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Miguel Ricart a su salida de prisión en 2013
Miguel Ricart a su salida de prisión en 2013 / Mariano Cieza Moreno

La Fiscalía ha solicitado cinco años de prisión para Miguel Ricart, el único condenado por el triple crimen de Alcàsser, por vender supuestamente droga en un narcopiso que regentaba en el barrio barcelonés del Raval, desde noviembre del año 2022.

Ricart fue detenido hace un año, en diciembre de 2022, por ser el responsable de la venta de drogas que se estaba produciendo en este inmueble. La detención del único condenado de Alcàsser fue fruto de una operación policial que duró meses.

Un año después, en el escrito de la Fiscalía al que ha tenido acceso EFE, el ministerio público acusa de un delito contra la salud pública a Miguel Ricart y a otro presunto responsable del narcopiso al que también detuvieron en dicha operación conjunta llevada a cabo por los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana.

Su trayectoria delictiva

Ricart, de 54 años, fue condenado en 1997 tras haber sido declarado culpable del crimen de las niñas de Alcàsser,ocurrido en 1992 y en el que tres adolescentes de 14 y 15 años (Miriam, Desiree y Toñi) de este municipio fueron torturadas, violadas y asesinadas.

Aunque su condena sumaba 170 años de prisión, en 2013 salió en libertad al ver reducida su sentencia a 21 años por la suspensión de la denominada doctrina Parot, tras lo que fue sometido a una vigilancia "no invasiva" por parte de la policía para impedir que reincidiera.

Tras su detención por su supuesta relación con el narcopiso, el 21 de diciembre del año pasado, el juzgado de guardia dejó en libertad a Miguel Ricart y al otro detenido con la obligación de comparecer cada quince días ante la justicia hasta la celebración del juicio, para el que todavía no hay fecha.

El ministerio público sostiene en su escrito que, desde noviembre de 2022, Ricart y el otro acusado venían dedicándose "a la distribución a pequeña escala de sustancias estupefacientes que causan grave daño para la salud, concretamente cocaína y heroína".

Según la Fiscalía, los detenidos habían hecho del tráfico de drogas "su medio de vida" y vendían los estupefacientes en un inmueble situado en el barrio barcelonés del Raval, donde almacenaban las sustancias y las vendían a los consumidores que allí acudían.

Las vigilancias policiales a que fueron sometidos los procesados pusieron de relieve que varios consumidores habían acudido al narcopiso regentado por Miguel Ricart para comprar pequeñas cantidades de heroína y cocaína, lo que motivó que el juzgado dictara una orden de entrada y registro del inmueble.

En el registro, la policía halló dinero en efectivo, una cámara de vigilancia conectada con un teléfono móvil y una pistola de plástico, mientras los detenidos fueron sorprendidos lanzando por la ventana una funda de gafas que contenía tres bolsas con cocaína, droga que la Fiscalía cree pretendían destinar a la venta ilícita.

La detención de Ricart se produjo solo un mes después de que el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, que dirige la investigación de la pieza separada del caso Alcàsser y que permanece abierta, autorizara varias pruebas a los restos hallados en la fosa donde fueron enterradas las tres menores tras ser asesinadas.

La Asociación Laxshmi para la lucha contra el crimen -que ejerce la acción popular- ha sido la que solicitó al juzgado que diera un impulso al caso.

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