Cómo la colaboración con la justicia hizo que encontraran a uno de los desaparecidos de Manzanares

Antonio Caba y Gaspar Rivera se encuentran ahora mismo en los Juzgados de Manzanares, cada uno de ellos en un furgón de la Guardia Civil, después de que hayan tenido que acudir en relación al homicidio de Jesús María González. Los restos de este hombre han sido encontrados, recientemente, en el pozo de una finca que habría sido propiedad de Antonio Caba.

Los dos han llegado a los juzgados a las 09:25 horas. Mientras que Caba lo hacía con una actitud bastante hermética, Gaspar Rivera se ha mostrado colaborativo y ha defendido su inocencia, asegurando que él no había matado a nadie.

Durante su declaración, Gaspar ha explicado a la magistrada lo mismo que ya le explicó a la Fiscalía y a la Guardia Civil ha confesado que él ha sido cooperador y encubridor en la desaparición de los restos de ambos empresarios.

El matiz importante es que en el caso del segundo empresario al que hallaron, de Jesús María González, si Gaspar no llega a decir nada de dónde estaba el cadáver hubiese sido prácticamente imposible encontrarlo. Esto se traduce en que, como consecuencia de haber hablado y, por tanto, haber colaborado con la justicia, se ha pedido la puesta en libertad de este hombre.

A esta petición la Fiscalía, por el momento, no se ha opuesto, pero en caso de que se lleve a cabo Gaspar tendrá que comparecer semanalmente en los juzgados y se le retirará el pasaporte para evitar que éste se fugue.

Qué va a pasar ahora

Es posible que tras la declaración de ambos Antonio Caba permanezca en prisión hasta la celebración de los dos juicios y en el caso de Gaspar le concedan la libertad provisional por el caso de Jesús González. Sin embargo deberá volver a la cárcel en relación al caso de Juan Miguel Isla hasta que se celebre también este juicio.

Jesús María González desapareció en 2019 en Manzanares (Ciudad Real) después de haber vendido varios coches de alta gama a través de un intermediario, Antonio Caba. A pesar de que se le buscó y se registraron las propiedades de Caba por ser la última persona que lo había visto, nunca se encontró nada que pudiera inculparlo.

Dos años después Juan Miguel Isla desaparecía en circunstancias muy similares. Había vendido una finca y se había citado con Antonio Caba para recoger el dinero que éste le debía. No se volvió a saber nada más de él hasta que gracias a la colaboración ciudadana y a una intensa investigación de la Guardia Civil, encontraron sus restos en un pozo de una finca que pertenecía a Caba.

El ingreso en prisión de éste y de su socio (Gaspar) como presunto colaborador generó el escenario perfecto para que Gaspar hablara y explicara dónde se encontraba el cuerpo del otro empresario desaparecido y cómo habían sucedido los hechos en realidad. Ahora ambos están a la espera de conocer qué va a determinar la jueza para cada uno de ellos.