Claves del asesinato de Katia, la agricultora que acogió a los peregrinos que la mataron

Dos de los hombres que tenía acogidos en su casa para que la ayudaran con el huerto podrían ser las personas que acabaron con su vida.

El caso Asunta, la nueva serie de Netflix sobre el parricidio de la niña de 12 años

Todo lo que se sabe sobre el hallazgo del cadáver de una mujer flotando en A Coruña

Un huerto de salicornia en Isla Cristina.
Imagen de archivo de un huerto / Jordi Landero
Carmen P. Acal

25 de julio 2023 - 12:31

Katia S., una vecina de 56 años del municipio leonés de Reliegos, vivía a las afueras del pueblo, en una casa en la que había un pequeño huerto ecológico. Vivía sola ya que su familia más directa se encontraba en Burgos desde donde su hijo iba a visitarla con frecuencia hasta la localidad leonesa.

Katia, además de cuidar su huerto, se dedicaba a dar cursos sobre agricultura ecológica y a acoger a personas a cambio de que la ayudaran con sus cultivos y quisieran aprender. También trabajaba algunas horas a la semana en un bar de un municipio cercano, en Mansilla de las Mulas.

Acogió a dos hombres

Katia lleva años acogiendo a una chica procedente de Eslovaquia que trabajaba con ella como agricultora. Y como era frecuente en ella, desde hacía poco se encontraba acogiendo a dos hombres portugueses que se hacían pasar por peregrinos a los que les daba comida y cama a cambio de que laboraran en la huerta. Según han contado los vecinos a los medios de comunicación, a nadie les gustaba el aspecto de estos dos individuos.

De hecho Katia les había transmitido a algunos de sus allegados que quería que estos dos hombres se marcharan de su casa, pero no estaba segura de cómo exponérselo porque estaba intranquila con la reacción que podían tener.

La desaparición y el hallazgo del cuerpo

El pasado viernes, 21 de julio, Katia no se presentó a trabajar en el bar en el que echaba algunas horas. Tenía que entrar en el turno de tarde, pero nunca llegó. Su mejor amiga denunció su desaparición esa misma noche. La última vez que se la había visto sería ese mismo viernes, en torno a las 10 de la mañana.

Al conocer la noticia, el hermano de la mujer se desplazó desde Navarra hasta el pueblo de Katia. Fue un amigo de la víctima quien encontró su cuerpo, al día siguiente, en torno a las 15:00 horas, en el interior de un pozo de su propiedad. Su coche apareció a un kilómetro de su vivienda, en una finca a la que ella iba a trabajar. En su interior, según ha explicado un vecino entrevistado por los medios, habría un instrumento musical y restos de sangre.

Desde el primer momento la Guardia Civil, a cargo de la investigación, sospechó de los dos supuestos peregrinos que Katia tenía acogidos y que casualmente también habían desaparecido el viernes. Tras varias horas de búsqueda éstos fueron detenidos en San Justo de la Vega, a 70 kilómetros de donde tuvieron lugar los hechos.

Reconstrucción del crimen

En estos momentos los dos hombres se encuentran en la finca en la que se cometió el asesinato de Katia para proceder a una inspección ocultar y a la reconstrucción del crimen. Cada uno de ellos se encuentra en un furgón de la Guardia Civil ya que intervendrán por separado, sin poderse comunicar y en presencia de sus abogadas. Junto a ellos también estarán efectivos de la Guardia Civil, de la Científica y de la comitiva judicial.

En principio todo apunta a que fue una pelea la que desencadenó el crimen, quizás provocada porque Katia les pidió a los dos hombres que abandonaran su casa. Según parece los hechos se cometieron en el interior de la vivienda y posteriormente trasladaron el cuerpo de la mujer, en su coche, hasta el pozo en el que dejaron el cadáver. Los signos de violencia del cuerpo indican que éstos fueron provocados antes de arrojar a Katia al pozo.

Por el momento la Guardia Civil, según informa la Subdelegación del Gobierno mantiene abiertas todas las hipótesis aunque esta es la teoría que está cogiendo más fuerza. Tendrán que averiguar ahora cuál fue el motivo del crimen y si ha habido planificación en lo sucedido.

Alojaba a voluntarios y peregrinos

Tal y como ha informado el medio Leonoticias, Katia regentaba un espacio de agricultura ecológica bajo el nombre 'La Huertina de Reliegos', cuyos productos a veces vendía en el Mercado Ecológico del Palacio del Conde Luna de la capital.

La mujer resultó además ganadora en 2018 del premio Tomate de Plata en la feria que Mansilla de las Mulas le dedica a este producto y su Huertina fue protagonista en un episodio del programa 'Me vuelvo al Pueblo' en 2020. Los vecinos han asegurado a los medios locales que era una persona conocida y querida, que "no tenía ningún enemigo" en el pueblo”.

stats