Claves del asesinato de la inmobiliaria de Gijón: un hombre mata a otro delante de su hija

Francisco Javier Rodríguez tenía 55 años y era el dueño de la inmobiliaria Golden Star, en Gijón. Ayer, 20 de septiembre, en torno a media mañana, Francisco salía de su coche de empresa en el que iba junto a su hija cuando, de repente, otro hombre le profirió dos puñaladas que acabarían con su vida. Los hechos ocurrieron a las puertas de la inmobiliaria.

La víctima entró en el local, gritando de dolor y a pesar de que el cocinero de una cafetería cercana trató de auxiliarlo taponándole las heridas y sus empleados intentaron ayudar no pudieron hacer nada por salvarle.

El amplio dispositivo que se montó para tratar de hacer algo por la vida de Francisco no fue suficiente y a los pocos minutos de haber sido agredido acabó falleciendo ante varios testigos. La hija de la víctima tuvo que ser atendida poco después por los servicios sanitarios por un fuerte ataque de ansiedad.

Sobre el agresor

La persona que lo asesinó es Felipe D. A., un carnicero de 56 años que conocía a la víctima porque, junto a su mujer, le había pedido un préstamo a Francisco para solventar una mala situación económica. Finalmente habría acabado divorciándose y compartiendo piso con varias personas en la ciudad. Según él, los altos intereses que pretendía cobrar al dejarle el dinero le estaban arruinando la vida, por lo que el móvil del crimen fue económico.

Según han contado quienes presenciaron lo sucedido, Felipe no abandonó la escena del crimen hasta que no vio a la víctima desplomarse en el suelo. Fue entonces cuando se marchó del lugar, aun con las manos llenas de sangre y con el cuchillo que habría sido el arma del crimen.

Trató de deshacerse de él tirándolo por detrás de un muro pero finalmente los agentes lograron recuperarlo. A Felipe los policías lo encontraron agazapado detrás de una furgoneta, en torno a las 14:00 horas.

Estaba intentando dar con una fuente para lavarse las manos hasta que los agentes dieron con él y lo detuvieron, algo que hicieron sin demasiado esfuerzo ya que el supuesto asesino no opuso demasiada resistencia. Según sus compañeros de trabajo el cuchillo con el que mató a Francisco lo habría sacado de la carnicería en la que estaba empleado.

Una vez detenido, y tras pasar por comisaría, le llevaron a un centro de salud para valorar su estado. Querían descartar que se lesionara al propinar las cuchilladas. El hombre se encuentra actualmente a la espera de pasar a disposición judicial.