Todo lo que se sabe de la búsqueda de Malén Ortiz: ¿por qué se está excavando esa finca?

El 3 de diciembre de 2013 Malén salió del instituto en el que estudiaba en Santa Ponça, una localidad de Mallorca, y se fue hasta su casa para almorzar, pero al llegar se dio cuenta de que no llevaba las llaves consigo.

Llamó a su padre por teléfono, que no pudo atenderla, por lo que le dejó un mensaje a su secretaria para que le comunicara que se iba a comer a casa de su novio, Dani.

Para llegar hasta el domicilio de éste, en Son Ferrer, Malén tomó un autobús pero por un despiste se bajó en una parada después de la suya. La zona en la que abandonó el autocar es conocida como la rotonda de los piratas, situada en Magaluf.

Desde allí la chica emprendió el camino en un patinete de color verde y así lo demostraron las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de un vivero por el que pasó. La siguiente cámara estaba situada a solo 500 metros de la primera, pero ésta ya no grabó a la joven. Algo le pasó en ese pequeño tramo a Malén Ortiz.

A pesar de los numerosos intentos por encontrarla, nunca apareció ninguna pista que pudiera arrojar algo de luz a lo que le había pasado a la adolescente.

El principal sospechoso de su desaparición fue un hombre que entonces tenía más de 60 años que había estado viviendo en Estados Unidos. Los vecinos lo señalaron a él porque había acosado en ocasiones anteriores a otras jóvenes y porque era una persona extraña, que había estado trabajando en la industria del cine y que decía que veía a extraterrestres.

Sin embargo, aunque se registraron sus propiedades al milímetro nunca se encontraron indicios de que este hombre le hubiese hecho algo a la pequeña. Actualmente esa persona sufre un trastorno mental que le impide hacer un relato coherente de los hechos.

La excavación en una finca

Ahora, casi 10 años después, una confidencia que los investigadores consideran que podría ser verídica los ha llevado a reabrir la investigación para dar con Malén Ortiz. La pista sitúa el cuerpo de la joven en una finca que nunca se investigó y que se encuentra a menos de un kilómetro de donde desapareció y que pertenecería a un conocido del hasta ahora principal sospechoso de la desaparición.

Las diligencias actuales están motivadas porque el hombre solía merodear por este descampado, a muy poca distancia del lugar donde desapareció la joven, y los investigadores consideran que existe la posibilidad de que hubiera podido enterrar algo allí sin que nadie le viera.

Para ello han desplazado hasta el lugar una excavadora y tres perros adiestrados en la localización de restos humanos. También hay en la inspección agentes de Seprona porque la zona podría haber servido para enterrar caballos sin tener que pagar el seguro. El reto al que se enfrentan es complejo ya que el terreno es extenso y la tierra ha sido removida en numerosas ocaciones desde 2013.

Cómo se hará la búsqueda

Para llevar a cabo la búsqueda, no solo de restos humanos sino de cualquier pista que pueda esclarecer lo sucedido, como el hallazgo del patinete o de alguna prenda de ropa de Malén, los perros irán marcando zonas donde huelan algo que les recuerde a la chica. Tras ese marcaje la excavadora comenzará a levantar el terreno mientras varios agentes rastrillarán la zona por si hubiera algún elemento pequeño que sea importante para la investigación.

Las hipótesis

Cuando tuvo lugar la desaparición se barajaron numerosas hipótesis. También aparecieron varias pistas falsas pero los investigadores siempre mantuvieron que la chica se había podido meter en un coche de forma voluntaria, si bien conocía a la persona que lo conducía, o alguien la había secuestrado en ese tramo.

La posibilidad de que una persona la hubiera forzado a meterse en un vehículo junto a su patinete sin que nadie hubiera visto nada la consideraron menos plausible por la dificultad de ejecutar la acción sin dejar rastro.

Aunque el padre de Malén no confíe en la pista que ha llevado al juzgado a reabrir el caso, si se encuentra algún resto de la joven en la finca que están excavando esto supondría un varapalo para la investigación por lo cerca que se encuentra el terreno del sitio en el que la joven desapareció.

Una de las posibilidades que se manejan es que esta última confidencia haya llegado ahora porque la persona a la que incriminarían en caso de encontrar algo ya no suponga una amenaza para quien ha dado la pista. Y en ese sentido, esa persona podría ser el principal sospechoso puesto que su condición mental no le hace ser consciente de la realidad actualmente.

No hubo premeditación

Lo que sí se puede asegurar es que si alguien estuvo detrás de la desaparición de la adolescente, este hecho no estuvo planificado ya que Malén pretendía comer en su casa ese día pero olvidó las llaves. Además se equivocó de parada en el autobús por lo que ese tampoco debería haber sido el trayecto que tenía que realizar.

La búsqueda de la adolescente Malén Ortiz está suponiendo la mayor investigación de la Benemérita realizada hasta ahora en Baleares y por el momento la búsqueda de nuevas pistas sigue activa en el terreno señalado.