La ventana
Luis Carlos Peris
Perdidos por la ruta de los belenes
Marco tenía 31 años cuando conoció a Sibora en Italia. Ella entonces tenía 18. Tras un año de relación ambos decidieron venirse a vivir juntos a Torremolinos. Ya en la localidad malagueña Sibora comenzó a trabajar como camarera mientras convivía con Marco pero al tiempo de estar allí comenzó a notar que el chico era violento. Se lo comentó a su madre en algunas de las llamadas telefónicas que se intercambiaban y unos meses antes de desaparecer, es decir, cuando tenía 22 años, decidió alquilar un piso para irse a vivir sola y dejar la relación.
Poco después Marco la mataría en la vivienda que los dos habían estado compartiendo y la enterraría en una de las paredes, dentro de una caja de madera y junto a un ramo de flores.
Aunque la familia de Sibora siempre sospechó de él y se hizo todo lo posible por dar con el paradero de la chica, la madre reconoce que no observó ningún comportamiento extraño en el hombre. Antes de que se marcharan a Torremolinos los dos tenían una relación que aparentaba ser normal.
Tras la desaparición de Sibora Marco tuvo más relaciones. En algunas de ellas, concretamente en dos, también fue denunciado y condenado por malos tratos, por lo que era alguien reincidente. Pero no fue hasta el asesinato de Paula cuando Marco se puso en el punto de mira de los investigadores.
Paula, de 29 años, fue asesinada el pasado mes de mayo a manos de Marco, que por entonces ya no era su pareja pero con quien había compartido una relación sentimental. Ella tenía dos hijos y pretendía poderse hacer cargo de ellos sin él. El clima de maltrato que tenían no le permitía estar bien y por eso lo dejó.
Marco, de ahora 45 años, la mató el 17 de mayo después de asestarle 14 puñaladas con un cuchillo que había robado del restaurante en el que la joven trabajaba.
Hoy, 22 de junio, se ha podido confirmar que las pruebas de ADN que se le realizaron al cuerpo emparedado coinciden con el perfil genético de Sibora Gagani, la joven desaparecida en 2014.
El hallazgo, adelantado por La Opinión el mismo día que fue localizado, se produjo tras la cuarta visita de los agentes al piso en el que la desaparecida convivió en la zona de El Calvario con Marco, que fue precisamente quien denunció hace casi una década su desaparición.
La búsqueda comenzó pocos días después de que el italiano, de 45 años, fuera detenido por el crimen de Paula y dijera de forma espontánea que Sibora "estaba enterrada en el ático donde viví con ella", según la Policía Nacional. Luego no ratificó esta versión ni con su abogado ni ante el juez, pero los investigadores terminaron detectando que una estancia del ático había sufrido una reducción de espacio para la construcción de un armario abierto en una zona abuhardillada.
Usaron tecnología instrumental de Rayos X y tiraron un tabique tras el que encontraron un cajón de madera repleto de cal. A medida que retiraban la sustancia, recuperaron un cuchillo con restos de sangre seca, objetos personales de la víctima y un ramo de flores sobre el torso de lo que ya se intuía que era un cadáver. Los restos estaban envueltos en bolsas de basura y, a su vez, en el interior de un saco de acampada.
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