La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
El asesinato machista de Cornellà ha sido el último en saldarse con la vida de una mujer a la que su pareja ha matado en el domicilio familiar.
Lo ha hecho asestándole seis puñaladas y en presencia de la hija de ambos, de apenas dos años de edad. Al parecer el matrimonio residía en su casa junto a otras parejas e hijos y a pesar de que él la maltrataba de manera habitual nadie había interpuesto nunca una denuncia contra él.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del sábado, 10 de junio, al domingo, día 11, cuando en el interior de la vivienda que agresor y víctima compartían comenzaron a escucharse unos gritos desgarradores que provenían de la mujer.
Los vecinos se alertaron pero cuando acudieron a la casa los gritos habían parado. El agresor, que trató de franquear la puerta, finalmente cedió a la presión vecinal pero para entonces ya era demasiado tarde para la mujer, que yacía en el suelo y que acababa de ser asesinada por su pareja.
El arma homicida fue un cuchillo. Los vecinos redujeron al agresor, impidiendo que huyera por la ventana, y trataron de reanimar a su pareja. Ni ellos ni la patrulla de los Mossos d’Esquadra y los sanitarios del SEM pudieron salvarla. Las heridas eran mortales de necesidad. La víctima presentaba cortes en manos, las heridas de defensa. Las incisiones que el agresor le infligió en el resto del cuerpo, en especial en el tórax, causaron su muerte.
La brutal agresión tuvo lugar en presencia de la hija de ambos, de solo dos años de edad. Mientras que el hombre, de 34 años, está a la espera de pasar a disposición judicial no se sabe qué va a pasar con la niña, ya que parece ser que no tiene más familiares residiendo en España y que ha quedado huérfana de madre.
Según han explicado algunos vecinos a La Vanguardia, todos en el bloque estaban acostumbrados a oír los gritos y las palizas que el hombre propinaba a su pareja. Aun así el hombre carecía de antecedentes judiciales por violencia de género.
El ayuntamiento de la localidad barcelonesa ha denunciado los hechos y ha decretado tres días de luto. Las banderas ondean a media asta y se han convocado concentraciones de repulsa en el municipio.
Con este último caso son 22 las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en España. Esta cifra asciende a las 1.206 víctimas mortales desde el año 2003, que es cuando se comenzaron a cuantificar las mujeres asesinadas por violencia machista en España.
Este año, al igual que el anterior, la mayoría de víctimas se encuentran en la comunidad autónoma de Andalucía, aunque esto puede deberse a que es en esta región donde hay más personas residiendo. Son 23 los niños y niñas que han quedado huérfanos porque han asesinado a sus madres en España en 2023.
Tal y como ha compartido La Vanguardia, las expertas en materia de género han insistido hasta la saciedad que los maltratadores tienen una habilidad especial para hacer sentir responsables a sus propias víctimas, que se llegan a culpar de lo sucedido y exculpan una y otra vez a sus verdugos.
Por ello desde el Delegación contra la violencia de Género insisten en la importancia de que todo el mundo sepa que cualquier persona puede denunciar unos hechos de este tipo, tanto si es la víctima como si es una persona que los está presenciando o que intuye que se pueden estar dando.
Llamar al 016 no implica interponer una denuncia, directamente, sino que se abra una investigación para esclarecer qué esta sucediendo y si existen o no malos tratos para poder proteger a la víctima si es necesario.
El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es. También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016 y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
Ninguno de los teléfonos deja rastro en las facturas aunque sí es necesario que se borre el registro de la llamada desde el móvil o el correo. Atienden a todas aquellas personas que crean que pueden estar sufriendo este tipo de violencia o que necesiten asesoramiento porque no están muy seguras de ello. También da atención a personas del entorno cercano a una víctima que quiera comunicar un posible caso de violencia de género.
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