La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
El pasado domingo, 12 de marzo, la Policía Nacional hallaba el cuerpo sin vida de Tatiana Coinac tras sufrir una brutal paliza antes de morir. Tenía siete costillas rotas y un fuerte golpe en la nuca que fue el que posiblemente la mató. Los agentes la encontraron en la bañera de su apartamento, en Oviedo.
Tania, que era como la conocían sus amigos, era de origen moldavo, tenía 44 años y ejercía la prostitución. La persona que dio la voz de alarma fue su madre después de llevar varios días sin saber nada de su hija.
Dos días después del hallazgo, la Policía avanza, con cautela en la reconstrucción del crimen. Las investigaciones las dirige ahora, desde Madrid, la comisaría general, con apoyo de agentes asturianos y refuerzos de la central de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) desplazados a Oviedo.
En un primer momento la posición en que fue hallada Tania hizo creer a los investigadores que se trataba de un accidente doméstico, que se podría haber desnucado en el baño. También se llegó a manejar la hipótesis de un suicidio pero cuando se confirmó la ocupación de la víctima se pensó que el autor de los hechos podría haber sido un cliente.
Fuera o no una persona que había contratado sus servicios, algo que todavía no ha sido confirmado, la autopsia ha revelado que la muerte no tuvo que ver con una actividad sexual, sino con una brutal paliza. La víctima tenía el cuello roto y también varias costillas. Según las conclusiones del segundo día de investigaciones, Tatiana Coinachabría fallecido en otro lugar del piso y habrían trasladado su cuerpo sin vida a la bañera, donde la encontraron los agentes.
No había indicios, sin embargo, de que se hubiera producido una agresión sexual aunque sí lo había de que la víctima hubiera mantenido relaciones sexuales antes de su muerte.
En ese sentido, y apoyándose en esas pistas, cobra fuerza la hipótesis de la presencia de un cliente en el domicilio con el que se habría acostado y que luego se hubiera puesto violento.
Durante esta semana, agentes especializados de la UDEV y de la Policía científica han continuado trabajando en el piso de Tania. Hasta seis efectivos se han dedicado a recoger pruebas e inspeccionar la escena del crimen.
Por el momento no se descarta ninguna hipótesis y lo único que ha trascendido es que Tania era una persona muy discreta, que no le hablaba de su trabajo a las personas conocidas, como las dueñas de la peluquería a la que iba. A éstas les llegó a decir que trabajaba en una residencia de personas mayores.
En la tarde del 15 de marzo integrantes de la plataforma Mujeres de la Escandalera se concentraron en la ciudad asturiana para pedir justicia por la muerte de Tania bajo el lema «No son muertes, son asesinatos». En este sentido desde la plataforma solicitan que el crimen sea contabilizado como un caso de violencia machista.
La portavoz de la plataforma, Flor Tejo, indicaba que «este caso no se incluye en las cifras oficiales, pero nosotras consideramos que el asesinato de una mujer en situación de prostitución o trata a manos de un cliente o proxeneta es un feminicidio».
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios