Caso Alcàsser: un investigador cree que podría haber más personas implicadas en los asesinatos
El profesional lleva 30 años investigando el caso de manera voluntaria y considera que existen numerosas incongruencias en las pesquisas.
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Su nombre es Francisco Emilio y es una de las personas que ha estado investigando el caso de las niñas de Alcàsser que tuvo lugar hace más de 30 años.
Miriam, Toñi y Desiree desaparecieron en un trayecto de apenas 7 minutos en coche una noche de fiesta. Habían decidido hacer autostop para llegar hasta la zona en la que estaban el resto de sus amigos, algo que era muy habitual entre esos pueblos.
El día de su desaparición un Opel Corsa blanco las recogió. En él iban Antonio Anglés y Miguel Ricart. A las niñas jamás se las volvería a ver con vida. Tras intensas búsquedas sus cuerpos aparecerían 75 días después, en una zona de campo, tras haberlas torturado, violado y asesinado.
En el lugar del crimen los agentes encontraron un volante médico que los llevaría hasta la casa de Antonio Anglés, pero por desgracia este consiguió huir saltando desde la ventana de su casa y nunca más volvieron a saber nada de él. La única persona que cumple condena por el caso es, desde entonces, Miguel Ricart, quien siempre ha asegurado que el no tuvo tal implicación en los hechos.
El caso Alcàsser tuvo una cobertura mediática sin precedentes e incluso a día de hoy, sigue sonando cada ciertos meses ya que algunas de las investigaciones continúan abiertas.
Francisco Emilio colaboró con las familias afectadas en una investigación paralela a la policial que puso en marcha, de forma voluntaria hace 30 años y que aun no ha cesado. Ya en 1996 este hombre descubrió que los apicultores que habían encontrado los cuerpos de las niñas nunca habían declarado por este hallazgo.
Tras eso consiguieron hacerse con el sumario del caso en el que, a su parecer, encontraron incongruencias. De esta manera se inició la teoría de la conspiración impulsada por Paco Emilio, el criminólogo Juan Ignacio Blanco y Fernando García, padre de Miriam. Un año después, en 1997, Francisco Emilio se desvinculó de dicha investigación y continuó trabajando por su cuenta.
Nuevos implicados
Ahora, durante una entrevista concedida al programa Código 10, de Cuatro, ha explicado que no hay forma científica de demostrar que fue Antonio Anglés quien mató a las tres niñas. Además ha asegurado en dicho medio que hay otras personas que no están identificadas que habrían participado en lo que les sucedió a las chicas. En su opinión, habrían sido un mínimo de cuatro personas, pero podría haber más.
El investigador basa esta hipótesis en el hallazgo de entre cinco y siete perfiles de ADN obtenidos de bello púbico y que descarta que se hayan obtenido por contaminación “ya que se han encontrado en lugares muy concretos”. Este investigador considera que la Guardia Civil tuvo numerosos fallos pero que hizo lo que pudo con el conocimiento y la tecnología de la época.
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