¿Qué le pasó a Lucía Garrido y por qué la mataron en su casa de Alhaurín de la Torre?
El juicio por el caso se celebró en 2019 pero el Tribunal Superior de Justicia lo anuló por irregularidades, por lo que va a volver a celebrarse el próximo mes de noviembre.
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A Lucía Garrido la golpearon con un ladrillo en la cabeza, la apuñalaron en la yugular, la asfixiaron, le arrancaron los pendientes y después dejaron su cadáver en una piscina con agua. La víctima, residente en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre , tenía 48 años, era madre de una hija y estaba en trámites de divorcio.
Los hechos ocurrieron el 30 de abril de 2008. Después de quince años desde que se cometieron los hechos, el crimen sigue sin estar resuelto.
La familia de Lucía siempre sospechó de su expareja. Las primeras investigaciones de la Guardia Civil apuntaron a que la víctima se había suicidado. Su exmarido reforzó esta versión y llegó incluso a decir, ante los medios de comunicación, que Lucía estaba enferma y que era una persona celosa. Sin embargo la familia de la Lucía siempre sospecho de él. Aunque los agentes de la Benémerita quisieron dar el caso por cerrado, el forense se contrapuso asegurando que la mujer había sido víctima de un asesinato.
La investigación del crimen de Lucía estuvo llena de irregularidades desde sus inicios. Incluso la Asociación Unificada de la Guardia Civil denunció que se habían destruido pruebas. Durante todo el proceso el caso pasó por cinco jueces de instrucción y lo que inquietó a los investigadores fue el asesinato de dos testigos protegidos y la amenaza a un tercero.
El posible móvil del crimen
El crimen de Lucía Garrido está lleno de incógnitas y se dio en un contexto en el que entraban en juego el narcotráfico, la corrupción policial y la compraventa ilegal de animales exóticos ya que quien por entonces era su pareja , Manuel Alonso, se dedicaba a este tipo de negocios.
Fue la separación entre Lucía y Manuel, en el año 2006, la que posiblemente llevó a que quisieran acabar con ella ya que sabía demasiado sobre actividades ilegales en la que también había agentes de la Guardia Civil implicados.
Por este motivo contrataron a un sicario, Ángel Vaello, que mató a Lucía haciendo creer que se habría tratado de un robo. El sicario cogió luego el bolso de la mujer, lo vació para llevarse su móvil y se dejó la llave que había utilizado. Ese despiste es clave: allí fue hallado su ADN, que sirvió para su identificación “como autor material del crimen”, según el fiscal.
A pesar de que en el año 2019 se celebró un juicio en relación a este caso el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha pedido que se vuelva a celebrar.
En ese primer juicio fueron cuatro las personas que se sentaron en el banquillo de los acusados, entre ellos, el exmarido de Lucía, el hombre al que en teoría habrían encargado el asesinato (Ángel Vaello) y dos guardias civiles que habrían sido inductores de su muerte. Sin embargo, estos quedarían absueltos por un jurado popular por irregularidades en el proceso judicial y es por este motivo por el que se ha ordenado repetir el juicio.
En esta ocasión serán el exmarido de Lucía y el presunto asesino al que encargaron el crimen quienes tendrán que volver a responder ante el tribunal. La Fiscalía pide 25 años de prisión para la expareja de la víctima y 23 para el hombre que acabó con su vida.
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