Todo lo que se sabe sobre el asesinato de Concha, la dependienta que iba a ser abuela

El pasado lunes, 3 de julio, en torno a las 13:20 horas, un individuo entró en una tienda del centro de Madrid y acabó con la vida de la trabajadora para luego llevarse lo que había en la caja registradora.

Los hechos ocurrieron en el madrileño barrio de Tirso de Molina, ubicado a escasos minutos de la Puerta del Sol. Allí Concha trabajaba en una tienda de uniformes a la que acudía mañana y tarde para trabajar. Ella tenía 61 años, dos hijos y estaba esperando para ser abuela por primera vez.

La tienda en la que estaba empleada había abierto en 1940 como un taller donde se hacían trajes a medidas para luego evolucionar hasta un comercio de venta de uniformes para profesionales. La mujer estaba a punto de jubilarse, de hecho su dueña, Mariángeles, había pensado cerrar su negocio este mismo verano por lo que Concha estaba haciendo los últimos días de caja antes de eso.

El establecimiento cerraba a las 13:30 para luego abrir por la tarde. El lunes, 10 minutos antes de echar la verja, un individuo entró y acabó con la vida de Concha asestándole varias puñaladas en el cuello y en el abdomen. Luego se llevó lo que había en la caja, que los investigadores estiman que no pudo tratarse de mucha cantidad de dinero.

La víctima estaba en el suelo cuando los agentes de la Policía llegaron, entrando al poco tiempo en parada cardiorrespiratoria, por lo que los policías comenzaron a realizarle las maniobras de reanimación. Los sanitarios de Samur-Protección continuaron con las labores, pero tras media hora sin resultados no pudieron hacer otra cosa más que confirmar el fallecimiento de la comerciante.

Según los testigos que presenciaron, a duras penas, lo que ocurrió, el hombre que acabó con la vida de Concha es una persona racializada, de unos 55 años, tiene barba y llevaba una camisa de cuadros. La principal hipótesis con la que trabaja la Policía es que el móvil del crimen pudo estar en atracar a la vendedora.

El hecho de que le asestara tal número de puñaladas y la matara pudo deberse a un problema relacionado con la drogodependencia. En este sentido varios vecinos y vecinas han criticado ante los medios de comunicación el problema con la heroína en este barrio y la falta de presencia policial.

Buscan al asesino

Actualmente los agentes de la seguridad están revisando las cámaras de seguridad de la zona para poder arrojar más información acerca de la persona que agredió a Concha. Una de las hipótesis con las que trabajan es que el individuo huyó en dirección a Lavapiés y allí se refugió en algún bloque. De momento no se ha dado ni con él ni con el arma del crimen por eso están ahora centrados en eso.