Ignacio Valduérteles
Hacer los deberes o Milei en las hermandades
Los hechos ocurrieron el 25 de junio de 1986. Andrés era camionero y tenía que ir a hacer una entrega de ácido fumante en Bilbao, desde Murcia. Normalmente él viajaba solo pero como era final de curso y su hijo, Juan Pedro, había sacado buenas notas, decidieron viajar con él su mujer, Carmen, y el niño de 9 años.
Ese día, a primera hora de la mañana y ya a la altura de Somosierra el camión se estrella y Andrés y Carmen pierden la vida. Cuando la Guardia Civil llama a su familia para darles la noticia, todos preguntan por el niño. Los agentes no saben nada de que hubiera un menor junto a ellos en el camión. A Juan Pedro no lo volvieron a ver nunca más y 37 años después el caso sigue sin estar resuelto.
Batieron la zona durante días, semanas. Agentes de la Guardia Civil, voluntarios, familiares recorrieron las inmediaciones al lugar del accidente por si había salido despedido. Incluso fueron con una retroexcavadora por si el cuerpo había quedado sepultado, pero no hallaron nada.
Entre las primeras hipótesis que surgieron estaba la de que el ácido que transportaba el camión hubiera disuelto el cuerpo del pequeño. Se descartó porque el ácido también había caído sobre el cuerpo del padre y éste no se descompuso.
Cuando los investigadores recibieron los datos del taquígrafo del camión comprobaron que éste había estado haciendo paradas de un par de segundos en un trayecto muy corto. Esto les llevó a pensar que algún vehículo podía estar obstaculizando su paso. La última parada que realizó el camión fue de 22 segundos y después tuvo lugar el accidente. Los agentes comprendieron que ese intervalo de tiempo pudieron quitarle al niño a cambio de algo.
Gracias a la investigación de la propia familia, pudieron saber que una furgoneta Nissan había parado junto al camión ese día, después de que el camión se estrellara. De ella salieron un hombre y una mujer que actuaron de forma rara y que se marcharon muy rápido. Se empezó a plantear la idea, entonces, de que esta pareja podía tener relación con la desaparición de Juan Pedro.
Los agentes también sopesaron un posible vínculo de Andrés y Carmen con el mundo del narcotráfico, pero fueron hipótesis que se fueron descartando hasta que la investigación quedó estancada.
Muchas personas llamaron a sus familiares asegurando haber visto a Juan Pedro en lugares remotos de todo el planeta. La interpol llegó a catalogarla como la desaparición más misteriosa de Europa y 37 años después el caso sigue sin estar resuelto y de Juan Pedro no se ha vuelto a saber nada.
A pesar de ello su familia no ha dejado de buscarlo desde entonces.
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