Cómo han detenido a quienes, presuntamente, depositaron el torso en un contenedor de Barcelona

El hallazgo del cadáver tuvo lugar el pasado martes 29 de noviembre a primera hora de la mañana cuando un chatarrero encontró una maleta en cuyo interior se encontraba un torso humano que pertenecía a un hombre blanco. Al lugar de los hechos se desplazaron numerosos dispositivos de Mossos y Guardia Civil así como sanitarios y tras una inspección ocular se llevaron el cuerpo y los contenedores para seguir analizándolos.

Sin embargo, debido a que el cuerpo carecía de cabeza o extremidades con la autopsia resulta muy difícil determinar de quién se trata, por eso los Mossos d’Esquadra centraron la investigación en las cámaras de seguridad de los establecimientos cercanos a donde tuvo lugar el hallazgo. De la autopsia solo se ha conocido que se trataba de un hombre de mediana edad que murió poco antes de ser depositado en el contenedor.

Puesto que el sitio donde fue encontrado es un barrio céntrico de Barcelona, eran decenas las cámaras que había en la zona. Tras el visionado, los Mossos pudieron identificar a las dos personas que depositaron la maleta que contenía el torso. Se trata de dos hombres de 31 y 51 años que ya han sido detenidos y que están a la espera de pasar a disposición judicial por su supuesta implicación con el asesinato. A fin de que se pueda comprobar si el ADN de la víctima coincide con las muestras obtenidas en el piso donde los dos detenidos vivían, se sospecha que ambos compartían vivienda en el lugar en el que se produjo en crimen y que este sucedió poco antes de que se deshicieran del cuerpo.

Una de las hipótesis con la que se trabaja es que el crimen se cometió de manera improvisada porque el lugar en el que se depositó parte del cadáver está plagado de cámaras. Sin embargo sí tuvieron la habilidad de ocultar el resto del cuerpo, quizás para que no se supiera la causa de la muerte.

Ahora los investigadores tratan de averiguar qué sucedió, quién era la víctima y dónde se encuentran la cabeza, los brazos y las piernas de la víctima. Aunque mantienen todas las líneas abiertas una de las que parece cobrar más peso es la de que el asesinato se ha producido por un ajuste de cuentas.