Quién es Joaquín Ferrándiz, el asesino en serie que va a salir de prisión
El hombre empezó a delinquir con solo 25 años, violando a una chica de 18 años y matando posteriormente a cinco mujeres.
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Joaquín nació en un pueblo de Valencia en el año 1963, en el seno de una familia humilde. Era el mayor de tres hermanos y hasta los 17 años estuvo viviendo junto a sus progenitores hasta que su padre fallece y él se ve en la obligación de ponerse a trabajar. Según los informes policiales, la relación entre Joaquín y su padre nunca había sido buena debido a los problemas de alcohol e infidelidades del padre.
Desde entonces Joaquín emprende una vida aparentemente normal. Va encadenando varios trabajos, inicia una relación sentimental con una chica que luego se acaba y entra y sale de casa para estar con sus amigos.
Primera violación
Con solo 25 años y después de haber cortado la relación con la que fue su pareja, Joaquín tiene un accidente de tráfico y golpea una moto conducida por una joven de 18 años a la que se ofrece a llevar al hospital para que la vean. En realidad no había sido un accidente y Joaquín nunca la llevó a un centro sanitario. A la altura de una zona de huertos el hombre detuvo su vehículo y agredió sexualmente a la joven.
Al poco lo detienen y Joaquín Ferrándiz es condenado a 14 años de prisión por un delito de violación y otro de conducción temeraria pero no llega a cumplir la totalidad de su condena. A los seis meses queda en libertad después de un comportamiento ejemplar dentro del penal: estudiaba, acudía al grupo de teatro, escribía… Tres meses después de esto, Ferrándiz comienza a matar.
Los asesinatos
Su primera víctima mortal fue Sonia Rubio. La joven volvía a casa después de una noche de fiesta en Benicassin, rodeada de amigos, cuando él se ofreció a llevarle en coche. A Sonia apena le quedaban 500 metros para llegar hasta su domicilio pero aceptó la propuesta de Joaquín. Según el testimonio de Ferrándiz, recabado años después, la amordazó, le anudó su ropa interior al cuello y puso un saco de cemento sobre su cara.
El cadáver, escondido entre unos arbustos, tardó meses en encontrarse. Todos los medios se harían eco de la desaparición de la joven. Mucho menos sonoros fueron sus tres siguientes crímenes. Asesinó a tres prostitutas, Natalia Archelos Olaria (de 24 años), Mercedes Vélez Ayala (de 29) y Francisca Salas León (también de 24 años). En octubre de 1995 ya había acabado con la vida de cuatro mujeres sin embargo la Policía no habría relacionado aun los cuatro crímenes.
Tras un año de aparente calma, el 14 de septiembre de 1996 volvió a actuar con el mismo modus operandi. Invitó a su víctima, Amelia Sandra, acercarla a casa y cuando ésta aceptó, acabó con su vida. No solo la estranguló sino que le destrozó los dedos para que no pudieran reconocer el cadáver a través de las huellas dactilares. Cinco meses después encontraron el cadáver de la chica y en esta ocasión sí relacionaron el caso con el de Sonia Rubio.
Entremedias, un camionero fue detenido y encarcelado por los crímenes de las prostitutas. Sin embargo, en febrero de 1998, tres años después de haber empezado a asesinar, Joaquín intentó violar a otra chica y ésta consiguió escapar. Gracias a ella lograron identificar a Joaquín y llevarlo hasta comisaría para que declarara.
Le tienden una trampa
Joaquín se declaró inocente y los agentes lo dejaron en libertad haciéndole ver que lo habían creído, pero no era así. En realidad lo que pretendían era seguirlo muy de cerca hasta que volviera a delinquir.
Una noche, los agentes lo ven manipulando el coche de una joven. Busca provocar un accidente y de nuevo rescatar a la víctima para llevarla consigo. Tal y como Joaquín Ferrándiz tenia planeado, la joven pierde el control de su vehículo, él la recoge inconsciente en el asfalto pero esta vez aparecen las autoridades. Juntos la llevan al hospital y él, finalmente acaba siendo detenido. Meses después, revelaría detalladamente sus cinco crímenes.
El asesino confeso fue condenado a 69 años de prisión ese mismo año. Durante el tiempo que ha estado en prisión ha sido un preso modelo. Ni un solo parte disciplinario, educado, colaborador según los que lo rodean en el centro penitenciario.
Salida de prisión
El próximo 22 de julio, en apenas dos semanas, está previsto que Joaquín Ferrándiz abandone la cárcel de Herrera de la Mancha, en Ciudad Real.
Durante este tiempo y sobre todo en los últimos días el reo ha estado en el punto de mira mediático después de que lo entrevistaran para el programa Hablando claro de la 1 de RTVE. En él, el asesino confiesa que «en ese momento no se piensa, es como un autómata.
O es eso, que la mente no da para más” en relación a los crímenes que cometió. Aclara, además, que le gustaría reinsertarse y vivir como cualquier otra persona: “Mi mayor ilusión sería lo que he dicho antes. Volver a ser una persona normal”. Ahora será instituciones penitenciarias quienes determinen la situación del reo y si es posible que salga en libertad sin que exista peligro.
La familia de una víctima pide la permanente revisable
Por su parte, Jaime García, hermano de Amelia Sandra, señalaba: “Me indigna que salga a los 25 años, que mis padres estén muertos y que yo haya tenido una vida tan difícil. Porque se cargó no solo a mi familia, se cargó a cinco familias”. Por ello, pidió para este tipo de asesinos la prisión permanente revisable y que se haga un seguimiento. “Estoy totalmente seguro de que va a volver actuar porque este tipo de asesinos no se recuperan”, ha concluido.
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