La aldaba
Carlos Navarro Antolín
El rey brilla al defender lo obvio
Jeffrey Dahmer, conocido como El Caníbal de Milwaukee o El Monstruo de Milwaukee fue un asesino en serio estadounidense nacido en 1960 que mató y desmembró a 17 hombres y adolescentes entre 1978 y 1991. Muchos de los crímenes que cometió incluyeron la necrofilia, el canibalismo o la conversación de partes del cuerpo de sus víctimas o de sus esqueletos. Fue condenado a 16 cadenas perpetuas en el año 1992 y sería asesinado por un compañero de prisión en la cárcel de Columbia, en Wiskonsin, dos años más tarde. En enero de 2018 la plataforma Netflix estrenaba una serie dedicada a su vida.
Dahmer nació en el seno de una familia formada por un padre que estudiaba química en la Universidad y una madre que era instructora de máquinas de teletipo. Fue el mayor de dos hermanos y desde pequeño siempre se interesó por el comportamiento del cuerpo de insectos y otros animales. Al padre esta curiosidad no solo le pareció propia de su edad sino que lo ayudó en algunas ocasiones con sus experimentos. Gracias a sus conocimientos sobre química, lo enseñaba, habitualmente, a blanquear y conservar los huesos de los animales a los que diseccionaba.
El ingreso del padre de Dahmer en la Universidad y la ausencia que esto produjo unido a los episodios de depresión que sufría su madre llevaron al pequeño a pasar mucho tiempo solo, entreteniéndose con sus animales y con un interés, cada vez mayor, en sus esqueletos.
Desde que entró en el instituto Dahmer tuvo problemas para relacionarse o sacar buenas notas y comenzó a consumir alcohol con tan solo 14 años. Esto se convertiría en una adicción que lo acompañaría el resto de su vida. Cuando llegó a la pubertad Dahmer se dio cuenta de que era homosexual pero no se lo dijo a nadie. Fue entonces cuando comenzó a fantasear con la idea de dominar a una pareja masculina completamente sumisa, centrando el foco de sus fantasias en los pectorales y el tórax masculino. Con 16 años la idea de mantener relaciones sexuales con alguien que no estuviera consciente empezó a rondarle la cabeza.
Con tan solo 18 años, mientras Dahmer iba conduciendo de camino a casa, recogió en la carretera a un autoestopista que iba sin camiseta y que se dirigía a un concierto. Antes de dejarlo en el lugar al que iba, Dahmer le sugirió tomar unas cervezas en casa, a lo que el chico aceptó. Fue en este lugar en el que Dahmer cometió su primer asesinato. Lo golpeó y lo estranguló y una vez que el cuerpo sin vida del chico cayó al suelo, éste aprovechó para masturbarse y posteriormente diseccionarlo y enterrarlo.
Tras este suceso y después de haber tratado de cumplir el servicio militar, del que fue expulsado por beber, Dahmer comenzó a frecuentar bares de ambiente y a cometer los siguientes asesinatos en los que actuaba, casi siempre, de una forma parecida. Atraía a las víctimas, todos hombres y a veces menores de edad, a su casa. Allí los drogaba con somníferos y calmantes y cuando estaban en estado de inconsciencia los estrangulaba para posteriormente realizar algún tipo de acto sexual con sus cuerpos. Posteriormente los diseccionaba, (en ocasiones se comía alguna parte del cuerpo) y los enterraba, conservando únicamente su cráneo durante unos meses antes de que éstos empezaran a estar en mal estado. Durante uno de sus asesinatos Dahmer confesó no recordar qué había sucedido, por eso su padre, unos años más tarde, contrató a un abogado gracias al cual pudieron estudiar el comportamiento de Jeffrey concluyendo que padecía un trastorno esquizoide de la personalidad y que actuaba de forma impulsiva.
Un total de catorce de las víctimas a las que asesino Dahmer pertenecían a minorías étnicas y nueve de ellas eran negras. Sin embargo, durante su declaración el asesino aseguró que no había relación entre esto y la elección de sus víctimas, ya que solo se guiaba por lo que le despertaba el torso de las mismas.
Fue con su última víctima con la que descubrieron al asesino en serie ya que éste consiguió escapar de Dahmer y fue visto por unos policías. Cuando los agentes entraron en la casa de Dahmer descubrieron que estaba repleto de restos humanos y de fotos de cadáveres. Cuando lo capturaron, los psiquiatras que lo atendieron declararon que estaba enfermo por lo que se declaró culpable con atenuante de enajenación mental. Fue condenado a dieciséis cadenas perpetuas consecutivas en la prisión de Columbia Correction Institute, en Wisconsin, donde fue asesinado por otro recluso en el año 1992.
‘Monstruo’, estrenado en Netflix en el año 2018 y que cuenta la vida de Jeffrey Dahmer, fue todo un éxito. Treinta años después de su muerte, los crímenes que cometió este asesino de Estados Unidos han sido revividos entre entusiasmo y polémica. A pesar del éxito de la serie, las familias de las víctimas a las que mató Jeffrey Dahmer han expresado su crítica a este tipo de creaciones audiovisuales ya que consideran que el dolor que sufren ha sido convertido en entretenimiento y espectáculo. Sin embargo, hace unos días la plataforma Netflix renovaba por dos temporadas más la serie.
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