Condenan a un padre por abusar de su hija de 11 años en Alicante después de sedarla

La Audiencia de Alicante ha condenado a dos años de prisión a un hombre que abusó de su hija, menor de edad, en el municipio alicantino de El Campello tras darle batidos con sedantes (benzodiacepinas) para dormirla y abusar de ella mientras se encontraban con él.

El hombre, de 58 años, tenía un régimen de custodia compartida con su exmujer para las tres hijas que habían tenido en común. Durante el verano de 2020, fecha en que dos de las niñas se encontraban con el procesado, éste les administró a las dos un batido que contenía benzodiacepinas, un medicamento psicotrópico que tiene efectos sedantes, lo que hizo que ambas se quedaran dormidas. Más tarde, y “con la intención de satisfacer su deseo sexual”, según ha detallado el padre, realizó tocamientos libidinosos a una de sus hijas, que se despertó en mitad de la noche y advirtió que su ropa interior estaba manchada con una sustancia que desconocía. La pequeña se cambió la ropa interior y cuando se despertó por la mañana se dio cuenta de que las bragas que se había quitado por la noche estaban cortadas. Este hecho se produjo el 27 de julio. Unos días más tarde, el 2 de agosto, el padre volvió a darle a la menor un batido de chocolate cargado de sedantes. Esta se quedó dormida, esta vez en el sofá y el padre aprovecho para repetir la acción y realizarle tocamientos. Cuando ésta se despertó se encontró, nuevamente, con la ropa interior y el pijama rasgados. El procesado se encontraba desnudo, a su lado, cuando esto sucedió, y le preguntó si le había hecho daño a lo que la menor contestó pidiéndole al padre que la llevara con su abuela, algo a lo que éste se negó.

A los pocos días de haberse producido los hechos, la madre de las niñas presentó una denuncia y dos años más tarde ha podido celebrarse el juicio, cerrándose éste con una conformidad entre la madre, la Fiscalía y la defensa, cuyo acusado ha reconocido los hechos y se ha declarado culpable. El acuerdo ha hecho posible que no tuviera que continuar la vista. A pesar de que la Fiscalía pedía seis años de prisión por los abusos sexuales, la pena se ha reducido a 2 años de cárcel y a otros 5 de libertad vigilada así como la indemnización con 10.000 euros a la menor por daños y perjuicios. En la causa estaba aportado un informe psicológico que daba credibilidad al relato de la menor.