Incidente
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El campamento de los milagros

Ansiedad, miedo y esperanza se mezclaban en los sentimientos de los familiares de los 33 mineros, cuyo rescate comenzó de madrugada · "Dijimos que no nos rendiríamos y cumplimos", afirmó Piñera

María Lorente (Afp) / Copiapó

13 de octubre 2010 - 05:01

El rescate de 33 mineros en Chile se había iniciado al cierre de esta edición, 68 días después del accidente que los enterró, en medio de la ansiedad de los familiares y de los propios hombres, culminando un megaoperativo sin antecedentes en el mundo.

"Estaba dentro de la planificación que el plazo podría estrecharse. Eso ha ocurrido y podemos decir con bastante certeza que a las 20:00 (la una de la madrugada en España) se iniciará el rescate", había adelantado Carlos Vilches, un diputado de la región de Atacama -donde se encuentra la mina San José- que sigue muy de cerca las operaciones de rescate. Eso significaba un adelanto de cuatro horas, que quedó corroborado poco después por el propio presidente del Gobierno chileno, Sebastián Piñera. "Dijimos que no nos rendiríamos y hemos cumplimos", señaló el mandatario antes de anunciar que la operación de rescate "durará entre 24 y 48 horas" y desvelar que el primer minero rescatado "tendrá de apellido Ávalos", en alusión a Florencio Ávalos, de 31 años. "Yo sé que esta noche van a ver lágrimas de alegría en Chile. Vamos a tener una noche que no vamos a olvidar jamás", auguró.

Ansiosos por el desenlace del rescate, muchos familiares no pudieron dormir en la noche del lunes al martes.

Yésica Yáñez, que espera al minero Esteban Rojas, reconoció que "no pude dormir por la ansiedad" en su carpa del Campamento Esperanza, el campamento de los milagros, un pueblo que creció a la espera de estos "33 héroes" de la mina San José, 800 kilómetros al norte de Santiago, donde los mineros quedaron atrapados tras un derrumbe el 5 de agosto. "Yo lo espero ansiosa, nunca habíamos estado tanto tiempo separados", cuenta Cristina Núñez, esposa del minero Claudio Yáñez, resumiendo un sentimiento generalizado.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, y el de Bolivia, Evo Morales, anunciaron que estarán junto a los familiares de los mineros, 32 chilenos y un boliviano, durante todo el rescate.

El ministro de minería chileno, Laurence Golborne, estaba a cargo de la operación que durará un día y medio, en el cual los mineros serán izados uno a uno en una cápsula de 4 metros de alto y 450 kilos de peso, dotada de oxígeno, equipo de comunicación y arneses de alta tecnología que miden los signos vitales de cada uno de los mineros.

La cápsula avanza a una velocidad de un metro por segundo (velocidad que equivale a la de una caminata lenta) a través de un conducto de 622 metros de largo y 66 centímetros de diámetro, cavado por una perforadora durante más de un mes. El ascenso dura unos 15 minutos, y el tiempo estimado de salida entre minero y minero será de una hora. Jean Romagnoli, uno de los médicos encargados del rescate, dijo que los 33 están en buenas condiciones para el ascenso.

A la mujer de Mario Gómez, con 63 años el mayor de los mineros atrapados, le tiene sin cuidado el orden de salida. "Lo que quiero es que salga", dijo Liliana Ramírez.

Los nervios estaban a flor de piel, aunque cada nueva noticia hace creer más y más en un resultado favorable. El lunes se hicieron las pruebas con la cápsula, que subió y bajó varias veces con total éxito.

A pesar de eso el ingeniero jefe André Sougarret señala que "siempre hay riesgo al transportar personas en un sistema vertical", por "la caída de rocas y que alguna de las cápsulas se atasque".

Por su parte, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, consideró que "el mayor peligro es que se produzca algún ataque de pánico durante el ascenso". Y añadió: "Esto se puede producir porque subirán en un vehículo que se desplaza por roca viva y cuyo flujo no es simétrico, además soportando vapor de agua con una temperatura de 30 grados".

Cada minero que vaya saliendo será recibido por médicos que darán asistencia en una carpa en la boca del agujero. Después pasarán a módulos especiales, donde podrán reunirse con dos o tres familiares. Desde allí serán llevados en helicóptero a una base militar en Copiapó, y luego a un hospital de la ciudad.

Copiapó se prepara para la fiesta de bienvenida, como testimonian varios carteles. En el poblado de precarias viviendas llamado Villa Esperanza, donde vive el más joven del grupo de mineros, Jimmy Sánchez, de 19 años, hay carteles por todas partes: "Fuerza Jimmy. Tus amigos y familiares te esperan".

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