¿Cómo nos cambiará la vida a partir del 9 de mayo sin estado de alarma?
Nuevo marco de gestión para la pandemia
El fin del estado de alarma que plantea el Gobierno para el 9 de mayo trae consigo novedades en cuanto a las restricciones, el toque de queda y la movilidad
Por primera vez se empieza a ver un final a la batalla contra el coronavirus, y buenas noticias para los españoles que están deseando recuperar sus vidas pre-pandémicas. Por un lado, la previsión oficial es que para finales de agosto el 70% de los españoles debe estar ya vacunados contra la Covid-19 gracias a la llegada de nuevas vacunas y a la aceleración del ritmo de vacunación.
En segundo lugar, el Gobierno confía en no tener que extender el estado de alarma más allá del 9 de mayo, la fecha en la que acaba la prórroga de seis meses decretada el pasado noviembre. ¿Cómo va a afectar esto a nuestras vidas?
- Se acaba el toque de queda. Sin la cobertura jurídica que ofrece el estado de alarma es insostenible mantener el toque de queda, por lo que una vez se cumpla la prórroga de los seis meses el 9 de mayo, no habrá más confinamiento nocturno.
- Los confinamientos perimetrales quedan en manos de las CCAA. Una vez finalice el estado de alarma se producirá una descentralización en la que las comunidades autónomas volverán a controlar de forma individual las medidas que implantan en su territorio. Esta será una decisión que debe valorar cada CCAA con la intención de decretar cierres perimetrales de zonas sanitarias, barrios o ciudades. Además, en última instancia esta decisión requiere de un aval judicial, por lo que los jueces tendrán la responsabilidad de decidir si las avalan o las revocan.
- El límite de personas para las reuniones sociales puede continuar. Esto pasará, igual que los confinamientos perimetrales, a manos de las comunidades autónomas, que podrán -con permiso judicial- restringir el número máximo de personas en las reuniones sociales, tanto en espacios cerrados como al aire libre.
- Se podrán cerrar los bares si la situación empeora. En cuanto al cierre del interior de los bares, la limitación de horarios en tiendas u hostelería o la suspensión de toda actividad no esencial, son medidas de seguridad que no implican la restricción de derechos fundamentales, por lo que no requieren la cobertura del estado de alarma ni autorización judicial.
Sin duda, nuestra prioridad es confiar en la aceleración del ritmo de vacunación que ha prometido el Gobierno y continuar siguiendo las recomendaciones de seguridad de Sanidad para cuidar de nuestra salud y de la de todos los que nos rodean. Puede que nuestra vida comience a cambiar un poco una vez acabe el toque de queda y según qué limitaciones de movilidad, pero debemos seguir siendo cautelosos y precavidos.
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