Vacuna del coronavirus: estos son los bulos más importantes que circulan sobre ella
Sociedad
La OMS y el Gobierno de España insisten en la necesidad alarmante de que la población acceda a vacunarse. Desde el inicio de la pandemia la solución a toda esta crisis sanitaria siempre ha pasado por el mismo camino: encontrar y suministrar una vacuna contra el coronavirus. Así, en un tiempo récord se pudieron desarrollar las conocidas vacunas de Pfizer y Moderna.
No obstante, existe un alarmismo ilógico y una campaña de desinformación en torno a la eficacia y a los efectos secundarios que estas vacunas pudieran llegar a producir. Estos son los bulos más importantes en torno a las vacunas del coronavirus.
Para luchar contra ellos, se ha lanzado SOMA siglas en inglés del Observatorio Social para la Desinformación y Análisis de Redes Sociales para brindar apoyo a una comunidad europea que pretende luchar conjuntamente contra la desinformación online sobre la vacuna contra la Covid-19.
Bulo: las personas que fueron vacunadas ahora están muertas
Falso. Ni las personas voluntarias que formaron parte de las pruebas de las vacunas contra el coronavirus ni los sanitarios han fallecido a causa de su vacunación. Este bulo nace de la muerte de uno de los voluntarios de los ensayos de AstraZeneca que murió el pasado mes de octubre. La información de que había muerto tras la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 corrió como la pólvora. Sin embargo, este voluntario pertenecía al grupo de control, por lo que se lo suministró un placebo, la causa de su muerte fue el coronavirus.
No hay evidencias ni pruebas de que ninguna persona vacunada contra la COVID-19 haya muerto después de las dosis pertinentes.
Bulo: las vacunas no tienen el tiempo de prueba requerido
Otro de los bulos que circula sobre las vacunas del coronavirus insiste en que no ha habido tiempo suficiente para verificar la eficacia y seguridad de estas. Antes de la distribución nacional y mundial, todas las vacunas deben ser aprobadas por las agencias internacionales que revisan todos los datos disponibles sobre el proceso, aunque estos aún no sean de exposición pública.
Se han seguido todos los procedimientos y plazos rigurosamente, aunque en menos tiempo por la emergencia sanitaria, para poder garantizar la seguridad de las vacunas frente al coronavirus. Además, uno de los procesos más tediosos a la hora de elaborar y desarrollar una vacuna son los trámites burocráticos y financiación, asuntos que se han solucionado por parte de los gobiernos y donantes privados.
Bulo: la vacuna puede modificar el ADN humano
Al estar desarrolladas con tecnología ARNm una de las teorías más extendidas es que las vacunas contra el coronavirus pueden modificar el ADN humano. Esto viene a respaldar el siguiente bulo de que con la vacuna se implantará un microchip.
Ambas teorías son falsas y peligrosas. Las vacunas de Pfizer y Moderna insertan en nuestro sistema tecnología ARNm para que nuestro sistema inmunológico aprenda a combatir el virus, desapareciendo sin dejar evidencias en nuestro cuerpo cuando han conseguido cumplir su función.
Bulos sobre graves efectos secundarios de la vacuna
Las vacunas contra la COVID-19 tienen efectos secundarios, como cualquier otro medicamento o vacuna. Pero estos no dejan de ser síntomas leves cuya duración no va más allá de un par de días. Además, tan solo 1 de cada 10 personas vacunadas contra el coronavirus han mostrado estos síntomas, que no son más que dolor de cabeza, fatiga o dolor muscular. Estos efectos secundarios no implican ninguna complicación.
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