Las bolsas de tela no son tan ecológicas como pensábamos
Las bolsas fabricadas con este material no serían una solución tan eficaz como habíamos pensado
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Las bolsas de plástico se encuentran en numerosos comercios y empresas en al borde de la extinción. En su lugar, la mayoría de las marcas optan por las conocidas bolsas de tela que, a priori, causan un menor impacto a nivel medioambiental. No obstante, un artículo publicado por el diario The New York Times podría poner esta afirmación en tela de juicio.
Según el reputado medio, las bolsas fabricadas con este material no serían una solución tan eficaz como habíamos pensado, en especial, si contamos con varias de ellas en nuestros hogares.
¿Por qué las bolsas de tela no son tan respetuosas con el medio ambiente?
En el año 2018 se realizó en Dinamarca una investigación sobre el impacto medioambiental del algodón orgánico en el medioambiente. Según el citado estudio, para compensar la huella en la naturaleza de una bolsa de tela, esta debería utilizarse al menos en 20.000 ocasiones, es decir, el equivalente a llevarlo día tras día durante casi 54 años. Esto viene provocado por la gran cantidad de energía y agua que requiere su creación, lo cual provoca además un gran impacto en la atmósfera.
Además de los grandes costes medioambientales de producción, estos accesorios de tela tienen un proceso muy complicado a la hora de reciclarse, por lo que sus perjuicios siguen creciendo. Tal y como confirma Pauline Deutz, profesora en la Universidad de Hull, "las opciones reutilizables son mejores, pero solo si las reutilizas de verdad. Hazte con una bolsa de calidad que sea resistente y utilízala durante años".
Por su parte, Tomas Ekvall, profesor de la Chalmers University of Technology, también es un firme defensor de optar por otros recursos en contra del plástico: "La principal razón para buscar alternativas a las bolsas de plástico de un solo uso es la necesidad de reducir los residuos y la consiguiente contaminación por microplásticos en los océanos". Para el experto, la cifra de 20.000 usos de una bolsa de plástico es el número ideal que redondea el coste de la producción con poder superar los daños medioambientales que supone: “Es la cantidad de veces que deberíamos usarla para superar o igualar sus diversos impactos medioambientales en todas las categorías. Una bolsa de algodón contribuye unas 20.000 veces más a la destrucción de la capa de ozono que una bolsa de plástico de un solo uso. Sin embargo, la destrucción del ozono no suele ser una de las preocupaciones principales de las evaluaciones de ciclo de vida”.
En conclusión, la solución para reducir la huella medioambiental de este tipo de bolsas es la reutilización de las bolsas de tela, siempre, por encima de los productos del mismo tipo realizados en plástico. No obstante, optar por la tela siempre debe conllevar utilizar siempre la misma, tal y como explica Ekvall: “Lo óptimo para el medioambiente es usar las bolsas que ya tengas en casa, ya sean de algodón, de papel o de plástico, en vez de adquirir otras nuevas”.
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