Bob Dylan y Joan Baez: la tormentosa historia de amor que dejó huella en la música

La película A Complete Unknown, recientemente estrenada en España, ha vuelto a poner sobre la mesa una de las relaciones más fascinantes y complejas de la historia de la música

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Bob Dylan y Joan Baez en 1964
Bob Dylan y Joan Baez en 1964 / Youtube

La película A Complete Unknown, recientemente estrenada en España, ha vuelto a poner sobre la mesa una de las relaciones más fascinantes y complejas de la historia de la música: la que vivieron Bob Dylan y Joan Baez.

Aunque breve, su vínculo fue profundamente significativo, no solo para sus carreras, sino también para el panorama musical de los años 60. La cinta, protagonizada por Timothée Chalamet como Dylan y Monica Barbaro como Baez, explora esta conexión que mezcló amor, colaboración artística y desencuentros.

El encuentro de dos leyendas

Joan Baez ya era una estrella consagrada cuando conoció a Dylan en 1961. Conocida como "la Madonna descalza", Baez había irrumpido en la escena folk en 1959 gracias a su actuación en el Newport Folk Festival, donde cautivó al público con su voz angelical. La artista quedó impresionada por el talento de Dylan al escucharlo actuar With God on Our Side, cuando era un joven prometedor, pero todavía desconocido.

Posteriormente, fue Baez quien lo invitó a compartir escenario, dándole la exposición que necesitaba para catapultar su carrera. En 1963, Joan animó a Dylan a actuar con ella en el Newport Folk Festival, comenzando su famosa asociación teatral.

"Joan estaba a la vanguardia de una nueva dinámica en la música estadounidense", recordaría Dylan años después. "Ella tenía esa voz de soprano que te dejaba sin aliento, y no podía sacármela de la cabeza". Su conexión fue inmediata, tanto en lo personal como en lo profesional. Baez incluso grabó versiones de canciones de Dylan, como Don’t Think Twice, It’s Alright, consolidando su admiración mutua.

Amor y desamor en el escenario

Aunque no está claro cuándo comenzó su romance, se cree que fue alrededor de 1963. Juntos, compartieron no solo la música, sino también el activismo político, participando en eventos como la Marcha sobre Washington de 1963, donde Martin Luther King pronunció su famoso discurso I Have a Dream. Sin embargo, la relación no estuvo exenta de tensiones. Dylan, cuyo éxito crecía a un ritmo vertiginoso, comenzó a distanciarse de Baez, tanto emocional como profesionalmente.

Uno de los momentos más dolorosos para Baez fue cuando Dylan la invitó a su gira por el Reino Unido en 1965, pero se negó a llevarla al escenario. "Creo que su fama ocurrió tan rápido y fue tan grande que yo me perdí en el camino", confesó Baez en una entrevista en 2024. A esto se sumó la noticia de que Dylan se había casado en secreto con Sara Lownds, quien estaba embarazada de su primer hijo. Este hecho, que Baez desconocía, marcó el final definitivo de su relación.

La música como catarsis

Aunque su romance terminó, la conexión entre ambos nunca desapareció por completo. En 1975, Baez se unió a Dylan en su gira Rolling Thunder Revue, donde pareció reavivarse una amistad que nunca del todo se había apagado. Sin embargo, fue a través de la música donde ambos procesaron sus sentimientos. En 1975, Baez lanzó Diamonds and Rust, una desgarradora canción que reflejaba su dolor y su amor por Dylan. "Sí, te amé profundamente / Y si me ofreces diamantes y óxido / Ya he pagado", cantaba, en una clara referencia a su relación.

Dylan, por su parte, también abordó su vínculo en canciones como Oh Sister, donde parece hacer un guiño a Baez. Aunque nunca lo confirmó, la letra sugiere una reconciliación emocional: "Oh, hermana, cuando venga a descansar en tus brazos / No me trates como a un extraño".

Perdón y distancia

Con el paso de los años, Baez encontró la paz. En 2023, durante la promoción de su documental Joan Baez: I Am a Noise, la cantante habló abiertamente sobre su relación con Dylan. "Fue totalmente desmoralizante, pero éramos jóvenes y estúpidos. No puedes culpar a alguien para siempre", dijo. Incluso llegó a pintar un retrato de Dylan mientras escuchaba su música, un acto que le ayudó a liberar cualquier resentimiento. "Cuando terminé el cuadro, no me quedaba hostilidad. Ninguna".

Hoy, aunque distantes, Dylan y Baez siguen siendo dos de las figuras más influyentes de la música folk. Su historia, llena de altibajos, sigue fascinando al público, y A Complete Unknown es un testimonio más de cómo el amor y el desamor pueden inspirar algunas de las obras más memorables de la música.

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