La auxiliar de enfermería con ébola pudo contagiarse al tocarse la cara al quitarse el traje protector
La Fiscalía de Madrid abre diligencias por el contagio para "valorar si hay algún tipo de infracción penal". El Gobierno madrileño duda de que la enfermera no sospechara que estaba infectada. Dos peluqueras que la depilaron están "bajo control".
Madrid/La auxiliar de enfermería Teresa Romero, que ha experimentado un "poquito de mejoría" en las últimas horas, pudo contraer el virus del ébola al tocarse la cara cuando se retiraba el traje protector con el que había atendido al religioso Manuel García Viejo, fallecido a causa de la enfermedad. Así lo ha admitido la propia sanitaria, según ha explicado, en declaraciones a los periodistas, el doctor Germán Ramírez, de Medicina Interna del Hospital de La Paz y que forma parte del equipo que la atiende, quien ha indicado que, aunque la mujer está "confusa", ha reconocido que este "accidente" pudo haber ocurrido al tocarse la cara con los guantes que llevaba puestos. Un hecho que será investigado por la Fiscalía de Madrid, que ha abierto diligencias para determinar las circunstancias del contagio, según fuentes fiscales.
Ramírez ha señalado que, aunque Romero está confusa "con tanta llamada telefónica", le ha explicado que pudo ocurrir este "accidente" al tocarse la cara con los guantes que llevaba puestos y con los que había atendido al misionero. Ramírez asegura que ha podido hablar en varias ocasiones con la auxiliar de enfermería para conocer si se había producido algún "defecto", y que ésta le ha autorizado a dar a conocer esta información. Según le ha trasmitido Romero, el "accidente" pudo ocurrir en la primera de las dos visitas que realizó a la habitación en la que estaba ingresado García Viejo. Ramírez ha querido aclarar que no se trata de un error "que es cuando se hace algo a sabiendas de que está mal", sino de un accidente que, en un primer momento, "ella no había recordado". Asimismo, ha destacado que se está revisando lo que ha ocurrido, porque los primeros interesados en saber dónde ha estado el problema y el origen de la transmisión somos nosotros. Ha recordado que hay una supervisión en el momento en el que los sanitarios se ponen y se quitan los trajes.
"Bajo control" dos mujeres que la depilaron en la peluquería
La auxiliar de enfermería fue a depilarse a una peluquería después de visitar al médico de cabecera, según ha afirmado el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, que ha detallado que en la peluquería le atendieron dos trabajadoras que, como los profesionales sanitarios que han tenido contacto con la paciente, están "bajo control". Ha explicado que la enferma tenía fiebre desde el día 29 de septiembre pero en su visita al centro de Atención Primaria "ocultó que era una enfermera que había estado trabajando en contacto directo con un paciente contagiado por el ébola".
Rodríguez había expresado con anterioridad sus dudas de que la auxiliar de enfermería contagiada por ébola no hubiera alcanzado los 38,6 grados de fiebre (temperatura prescrita para activar la alerta sanitaria en casos de ébola) en los días previos a su hospitalización. "También es verdad que a raíz de los resultados nos pudo estar mintiendo, pero lo pongo yo de mi cosecha", ha afirmado.
El consejero ha dicho que desde que la enferma dio positivo en la prueba del virus del ébola "se puso en marcha todo un mecanismo para establecer los contactos que tuvo", de los que se han detectado hasta el momento a un total de 22 personas, según señalaron los responsables sanitarios que están atendiendo a la paciente en el hospital Carlos III de Madrid. De todos ellos, sólo se considera de "alto riesgo" a su marido, ha precisado el consejero, que ha comentado que después de acudir al médico de cabecera la mujer, que estaba vacaciones en Madrid, prácticamente no salió de su casa en la localidad de Leganés. "No sabemos si porque sospechaba algo", ha apuntado.
Al preguntarle sobre su actuación durante el tiempo que atendió al segundo español afectado por el ébola, el misionero Manuel García Viejo, la auxiliar de enfermería comentó que accedió dos veces a la habitación de aislamiento "con el equipo de protección individual establecido", según ha indicado el consejero. En la primera ocasión, el 24 de septiembre, movilizó al paciente y le cambió el pañal y las sábanas, mientras que al día siguiente se dedicó a recoger y eliminar el vómito de los contenedores de recogida de residuos, ha detallado. Ha añadido que la paciente aseguró en sus primeras declaraciones que no hubo "incidencias" en el manejo de estos materiales ni "contacto directo" con los fluidos del enfermo. "Durante todo este tiempo lo negó siempre, como tampoco informó a su médico de atención primaria cuando fue que había estado tratando a un paciente con ébola", ha subrayado.
Supo que tenía por "internet"
Romero ha asegurado que se enteró de que tenía la enfermedad por el móvil, conectando a internet, porque preguntó al médico y no se lo quiso decir "muy claro". En declaraciones a Cuatro, ha dicho que "intuía algo" durante su estancia en el Hospital de Alcorcón, porque al principio los médicos y enfermeros "entraban cada hora y luego cada más tiempo" y la última vez llevaban "un buzo blanco". "Yo pregunté al médico por mi resultado y no me lo quiso decir muy claro; entonces cogí el móvil y vi en El País que había dado positivo", ha dicho. Ha confirmado que en su primera visita al médico de familia se le recomendó que tomara paracetamol, aunque ha reconocido que no le dijo que había tenido contacto con el virus. "No pensé que fuera ébola, no lo piensas hasta el final", ha señalado Teresa, quien ha asegurado que, aunque va "despacio", está mejor. En cuanto a la denuncia realizada por los profesionales sobre la falta de formación para atender a ese tipo de pacientes, ha asegurado que el cursillo duró poco, aunque no ha querido precisar el tiempo. "A nosotros nos enseñaron a ponernos el traje y, sobre todo, y más importante, a quitárnoslo", ha señalado.
"Un poquito de mejoría"
La auxiliar ha experimentado "un poquito de mejoría en las últimas horas", según ha afirmado el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, quien ha hablado por primera vez sobre la crisis del ébola. Desde que el pasado lunes Romero ingresara en el Hospital Carlos III por dar positivo en el test del ébola, otras cinco son las personas aisladas por ser sospechosas de haber contraído el virus, después de que otras dos sanitarias hayan sido hospitalizadas con fiebre en las últimas horas. Las últimas dos personas aisladas son dos profesionales sanitarias del Hospital de La Paz que formaron parte del equipo que trató a García Viejo y que, al presentar décimas de fiebre, han sido aisladas como medida de precaución. El marido de Romero, Javier Limón, también se encuentra en observación en el hospital y está asintomático, mientras que un ingeniero español procedente de Nigeria y una enfermera que tuvo exposición al virus durante el tratamiento a los misioneros han dado negativo a los análisis de ébola.
El Gobierno pide "tranquilidad"
La crisis generada por el primer contagio del ébola fuera de África ha llegado hasta el Congreso de los Diputados, donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha afirmado que "hay que estar atentos, pero manteniendo la tranquilidad". El presidente, en respuesta a una pregunta formulada por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno, ha detallado las medidas tomadas hasta el momento: la prioritaria, la atención a la enferma y los sospechosos de contagio, y ha prometido "transparencia total" sobre la información a la opinión pública. "¿Tiene usted bajo control la infección del virus del ébola? ¿Puede garantizar que no corren los españoles ningún riesgo?", le ha preguntado Sánchez a Rajoy, a quien ha pedido que suministre información diaria a la opinión pública. También la ministra de Sanidad, Ana Mato, ha asegurado en la Cámara Baja que no hay constancia de que ninguna de las personas que tuvieron contacto con la enfermera contagiada por el ébola tenga síntomas. Según ha anunciado Mato, esta semana reunirá al Consejo Interterritorial de Salud para coordinar con todas las comunidades autónomas las actuaciones ante este primer contagio por ébola.
Respecto a la investigación por parte de las autoridades sanitarias españolas, el presidente del Consejo General de la Enfermería, Máximo González Jurado, ha pedido al Ministerio de Sanidad que no lance hipótesis sin pruebas sobre cómo pudo contagiarse y ha advertido de que podrían acudir a los tribunales. Algo en lo que ha coincidido con el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), que ha manifestado su "malestar" por las informaciones que está apareciendo en las que se apunta a que Teresa no se colocó el traje de forma debida. El equipo sanitario que atiende a la auxiliar de enfermería contagiada de ébola y a las otras cinco personas aisladas en el Hospital Carlos III a la espera de saber si también están infectados están "muy preocupados", a pesar de que están siguiendo "a rajatabla" el protocolo establecido.
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