El 61% de los andaluces no controlan adecuadamente sus niveles de colesterol

Una de las principales conclusiones de la Encuesta sobre conocimiento y efectos del colesterol en la población española, es que el 61% de los andaluces no acuden a su médico al menos una vez al año para realizarse una analítica con el fin de comprobar sus niveles de colesterol. El estudio, realizado por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), sitúa al andaluz como el menos interesado, junto al manchego, en conocer su nivel de colesterol.

El principal argumento del encuestado es "que se siente bien y no considera la necesidad de hacerse una prueba de control", dice el doctor Serafín de Abajo, miembro del Grupo de Trabajo de Lípidos de Semergen. En este sentido, el especialista indica que "esta percepción es errónea ya que el afectado puede vivir durante años con niveles de colesterol perjudiciales sin darse cuenta. Y éstos predisponen a que el individuo pueda sufrir de forma repentina y traumática una enfermedad cardiovascular". En la encuesta han participado 2.023 personas de toda España, hombres y mujeres de 15 o más años, y según el miembro de Semergen, "el hombre de mediana edad y más preocupado por otros objetivos vitales, como el trabajo, es el que menos revisa su salud".

A tenor de este grupo de personas que no se controla el colesterol, cabe destacar que el 86% de los andaluces encuestados, no tiene previsto hacerlo, a pesar de que el 66% del total de encuestados sí sabe que la reducción de los niveles de LDL (colesterol malo) previene problemas cardiovasculares (infartos, ictus…). En cuanto a las personas que sí controlan su colesterol mediante la realización de analíticas, el 48% de los andaluces encuestados no varían sus hábitos para prevenir los problemas asociados a sus niveles altos. Andalucía es junto a Valencia y Murcia la comunidad autónoma con las tasas más altas de morbitalidad por enfermedades cardiovasculares. El colesterol es junto a la diabetes, el tabaquismo y la hipertensión uno de los factores de riesgo en éstas, y el más influyente en el desarrollo de patologías isquémicas. "La realización de ejercicio aeróbico, una dieta sana, y la adherencia al tratamiento en el caso de que el paciente lo necesitara, son los pilares para la prevención", destaca Serafín de Abajo.