La amenaza de la segunda ola del coronavirus: ¿para otoño o para agosto?
Coronavirus
La temida curva se retuerce y comienza a subir de nuevo, cumpliendo los peores augurios de expertos y profanos. La amenaza de que una segunda oleada llegue, y que lo haga antes de lo esperado, comienza a ensombrecer un verano que comenzó con cierta tranquilidad (y mucha relajación) y que no se sabe cómo acabará. Hay opiniones para todos los gustos. Algunas creen con casi total seguridad que sí habrá una segunda oleada de coronavirus y otros piensan que no es tan probable. Algunos apuntan a la llegada del otoño como la fecha de regreso de un virus que nunca se ha ido y otros creen que al ritmo actual es posible adelantar esta oleada al mes de agosto.
Lo cierto es que la situación en Cataluña, con casos en crecimiento en Barcelona y su área metropolitana, la ciudad de Lérida y sobre todo la comarca de Segrià, epicentro de un tsunami que amenaza la escasa estabilidad en la que se estaba desenvolviendo la nueva normalidad, está disparando el miedo a llegue una oleada antes de tiempo. La comarca ilerdense tiene ya 1.541 positivos. En Hospitalet hay 300. En el resto de España, Asturias es la única Comunidad Autónoma libre de focos tras conocerse ayer uno nuevo en La Rioja. En Lugo y Lérida se ha tomado medidas de confinamiento, y en Aragón varias comarcas han retrocedido a fase. En Andalucía, Córdoba, una de las provincias limpias hasta ahora, registró un brote. En la comunidad andaluza quedan en total 14 episodios activos o controlados con 223 afectados en ellos. En conjunto, en España hay 120 brotes con 2.139 personas contagiadas.
Conscientes de que las cifras de contagios suban hasta los niveles que propiciaron la declaración de estado de alarma en marzo, el Ministerio de Sanidad ya ha preparado su propio plan ante el Covid-19, que espera tener aprobado el jueves y con el que se pretende contener el virus sin tener que volver al confinamiento. El "Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por COVID-19" ya ha sido trasladado a las comunidades autónomas. El documento, aglutina las medidas que ya están en marcha, estableciendo que sea el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad (CCAES) el que, junto con la autonomía en que se produzcan, evalúe el riesgo de brotes o incrementos de la transmisión que conlleven la activación de una respuesta rápida.
Aunque son las comunidades las que tienen las competencias sanitarias, en el caso de que las medidas supongan una privación o restricción de la libertad o de otros derechos fundamentales, deberán ser ratificadas por los Juzgados de lo Contencioso Administrativo (que, ojo, pueden rechazarlas como ha ocurrido en Lérida) y si los contagios traspasan las fronteras entre comunidades le tocará el turno al Gobierno con las herramientas de que dispone, y que pasan por sus competencias en salud pública, previo conocimiento del Consejo Territorial, o por el estado de alarma.
La idea general del Ministerio es actuar de forma rápida ante cualquier indicio de recrecimiento de la pandemia, y pedirá a las comunidades que pongan los medios técnicos y humanos para conseguirlo. Para no pasar las calamidades de esta primavera, las regiones tendrán que garantizar una reserva productos críticos (mascarillas, respiradores, equipos de protección…) que cubra las necesidades durante 8 semanas.
Sanidad irá más allá: ha comprado 5,2 millones de dosis de vacuna contra la gripe. El objetivo es prevenir su impacto a partir de otoño ante una posible coincidencia con la epidemia de coronavirus. Habrá campaña masiva de vacunación, especialmente en mayores de 65 años, personal sanitario y socio-sanitario, mujeres embarazadas y otras personas en condiciones de riesgo.
El resto del mundo también se prepara para lo que pueda venir, sea en un mes o en dos. En una comparecencia telemática, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha asegurado que “si no se toman medidas la única evolución posible de la pandemia va a ser empeorar”. El número de contagiados supera ya los 13 millones, con más de medio millón de fallecidos. Mientras, el ministro de Sanidad Alemán, Jens Spahn, a la sazón presidente de turno del Consejo de ministros europeos del ramo, insiste en que el peligro de una segunda oleada es real. Cuándo llegará y cómo lo hará son las grandes incógnitas.
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